
El objetivo de estos bancos es conservar, por ahora, 30 mil semillas y tubérculos vitales para la alimentación humana pensando en la crisis climática y una hambruna.
Foto: Óscar Pérez
Las inundaciones que azotaron Nariño, en el sur de Colombia, durante los primeros meses de 2009 tuvieron un desenlace particular para Efrén Cuaran, un agricultor de La Cocha, municipio ubicado a poco menos de una hora de Pasto. Además del desbordamiento de ríos, los enseres dañados y las miles de personas que resultaron damnificadas, Cuaran perdió todos los cultivos de papa de su finca. Tampoco pudo recuperar ninguno de los tubérculos de las variedades nativas de papa que sembraba. Sin esta parte, considerada la “semilla”, era imposible...
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