
Yuneydi Villazón (der.), coordinadora del archivo documental del pueblo arhuaco, junto a las mujeres de la comunidad arhuaca de Simonorwa. / María Durán
“Estas paredes son de esa época; de cuando estaban los curas”, dice la indígena arhuaca Cecilia Zariwan Zalabata acariciando el muro en el que está recostada. Es 11 de noviembre de 2018 y estamos en el orfelinato Las Tres Avemarías de Nabusímake, en la Sierra Nevada de Santa Marta: una edificación enorme, de paredes gruesas y blancas, techos triangulares como de chalet, salones de clases, un comedor escolar y una iglesia sellada, que durante más de medio siglo estuvo bajo el dominio de los capuchinos españoles. “Este era un orfelinato,...
Por Carolina Guitiérrez Torres
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