Los grandes cañones de la Luna, ubicados cerca de su polo sur, al parecer, se crearon en cuestión de minutos, luego de que un meteorito de 24 kilómetros de ancho impactara este satélite hace unos 3.800 millones de años. Así lo sugiere un nuevo estudio liderado por David Kring, científico del Instituto Lunar y Planetario de Houston.
Para explicar los hallazgos publicados en la revista Nature Communications, el equipo hace un comparativo con el Gran Cañón, ubicado en Arizona, el cual ha sido tallado durante millones de años por el flujo del río Colorado. De acuerdo con los investigadores, en comparación con el Gran Cañón, los dos cañones lunares, llamados Vallis Schrödinger y Vallis Planck, son rectos.
Por eso, dijo Kring al New York Times, les llamó mucho la atención que “estos cráteres se tallaron en menos de 10 minutos, mientras que el Gran Cañón tardó entre 5 y 6 millones de años en formarse”. Para este nuevo estudio, Kring de la mano de Danielle Kallenborn y Gareth Collins, del Imperial College de Londres, construyeron un modelo matemático. El objetivo era describir cómo se formaron los cañones en una lluvia de rocas gigantes.
Para poder describir este proceso, el equipo empleó una serie de fotografías tomadas por una sonda espacial de la NASA llamada Lunar Reconnaissance Orbiter, la cual fue lanzada al espacio en junio de 2009. En las imágenes, se podían observar una cadena de cráteres a lo largo de los cañones. Estos datos le permitió al equipo poder calcular la velocidad y la dirección de los escombros.
En los hallazgos, los científicos, basados en sus cálculos, sugieren la energía necesaria que se requirió para formar los cañones. Según explican, para esto se requirió de 130 veces más de energía de la que se produciría en una explosión de todas las armas nucleares que existen en la actualidad en el mundo. También influyó que el asteroide o cometa impactó en un ángulo específico.
“Esto indica que el meteoro vino desde el sur y que la cortina de escombros fue desplazada en gran parte hacia el norte, lejos del polo sur”, señalan los investigadores en el documento.
En el estudio, los investigadores explicaron que su trabajo se centró en calcular las direcciones del flujo de esos escombros expulsados y la velocidad de su posterior impacto con la superficie lunar. Todas estas piezas, así como la energía que excavó los cañones, fueron clave para formarlos en menos de diez minutos.
Los resultados, a los ojos de los investigadores, sugieren que “la mayoría de los escombros excavados fueron expulsados del polo sur lunar, minimizando la cantidad de escombros que cubren las unidades de más de 4 mil millones de años que serán exploradas por los astronautas de Artemis”.
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