Antes de que el Telescopio James Webb se robara todos los titulares, el telescopio espacial Hubble, lanzado en 1990, marcó el paso de las imágenes del espacio y contribuyó a varios procesos de investigaciones. Fue el Hubble el que reveló por primera vez la imagen de los conocidos “pilares de la creación” y, gracias a la información que ha recopilado, sabemos, por ejemplo, que el universo tiene 13.800 millones de años o que la mayoría de las galaxias contienen un agujero negro supermasivo en su centro.
Pero las imágenes e información del Hubble se podrían ver cada vez más afectadas por una ‘amenaza’ que también ronda el espacio: los satélites. Desde 2019, cuando SpaceX lanzó su primer lote de 60 satélites Starlink, cada vez más de estos aparatos, desplegados por compañías privadas, están afectando las imágenes que captura el Hubble.
¿Por qué? Producen largas rayas brillantes y curvas de luz que pueden ser imposibles de eliminar de las imágenes. Con los años, el problema solo ha empeorado, concluyó un nuevo estudio, publicado en la revista Nature Astronomy. (También puede leer: La primera prueba para desviar un asteroide fue “más exitosa de lo esperado”)
Al comparar el número de veces en que las estelas de luz de los satélites aparecieron en las fotos tomadas por el Hubble en 2021 en comparación con 2002, los científicos descubrieron que se habían doblado.
Esto es preocupante, pues “las observaciones afectadas por satélites artificiales pueden quedar inutilizadas para la investigación científica, desperdiciando una fracción cada vez mayor del presupuesto de investigación en costosas infraestructuras y esfuerzos de mitigación”, escriben los investigadores.
El equipo encontró que una fracción del 2,7 % de las exposiciones individuales con un tiempo de exposición promedio de 11 minutos son atravesadas por satélites y que la fracción de rastros de satélites aumentará con el tiempo. (Le puede interesar: Asteroides cruzarán cerca de la órbita de la Tierra, pero no representan peligro)
Los investigadores analizaron el archivo de imágenes de Hubble entre 2002 y 2021 con la ayuda de cientos de científicos ciudadanos. Ellos analizaron varias imágenes y marcaron las que tenían la estela de un satélite. Ese conjunto de datos se utilizó para ‘alimentar’ un algoritmo de aprendizaje automático que analizó más de 100.000 fotos individuales del Hubble.
Este encontró que, entre 2009 y 2020, la probabilidad de ver un satélite en una imagen del Hubble fue solo del 3,7 por ciento. Pero la probabilidad de ver uno en 2021 es del 5,9%, un aumento que, según ellos, corresponde a Starlink.
Con el número creciente de planes para lanzar más satélites, los autores advierten que el número de imágenes del telescopio atravesadas por uno de los dispositivos incrementará en los próximos 10 años, fenómeno que deberá ser analizado más detalladamente y monitoreado.
La preocupación por los satélites no es exclusiva de los científicos que monitorean el Hubble. En 2020, se prendieron las alarmas después de que un artículo de la revista Science advirtiera que un tercio de las imágenes tomadas en la noche por el observatorio Vera C. Rubin, en Chile, podrían arruinarse por el paso de algún satélite.
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