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Más de 1.900 miembros de las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina de Estados Unidos publicaron este jueves una carta abierta en la que advierten sobre el peligro que enfrenta la comunidad científica del país.
En el documento, los firmantes señalan que “durante más de 80 años, sabias inversiones del gobierno de EE. UU. han construido la empresa de investigación del país, convirtiéndola en la envidia del mundo”. Asombrosamente, agregan en la misiva, la administración de Donald Trump está “desestabilizando esa empresa al recortar los fondos para la investigación, despedir a miles de científicos, eliminar el acceso público a datos científicos y presionar a los investigadores para que alteren o abandonen su trabajo por razones ideológicas”.
La carta señala que los recortes de financiamiento están afectando el desarrollo de nuevas tecnologías, la investigación médica y la educación superior, lo que podría comprometer el liderazgo científico de Estados Unidos a nivel global.
Además, los firmantes de la carta advierten que “un clima de miedo ha descendido sobre la comunidad investigadora”, obligando a los científicos a autocensurarse para evitar represalias. “Las actuales investigaciones de la administración en más de 50 universidades envían un mensaje escalofriante. Recientemente, la Universidad de Columbia fue notificada de que su financiamiento federal sería retenido a menos que adoptara políticas disciplinarias y deshabilitara un departamento académico que la administración había señalado. Desestabilizar decenas de universidades pondrá en peligro la educación superior y la investigación que esas instituciones llevan a cabo”, señalan los científicos.
Los científicos sugieren que la administración de Trump "está involucrándose en censura", destruyendo la independencia que necesita el sector. “Está utilizando (refiriéndose al Gobierno federal liderado por Trump) órdenes ejecutivas y amenazas financieras para manipular qué estudios se financian o publican, cómo se informan los resultados y qué datos e investigaciones pueden acceder al público. La administración está bloqueando investigaciones sobre temas que considera objetables, como el cambio climático, o cuyos resultados no le agradan, en temas que van desde la seguridad de las vacunas hasta las tendencias económicas”.
Los investigadores, temerosos de perder su financiamiento o estabilidad laboral, están eliminando sus nombres de publicaciones, abandonando estudios y reescribiendo propuestas de subvenciones y artículos para eliminar términos científicamente precisos (como “cambio climático”, por ejemplo).
“Aunque algunos en la comunidad científica han protestado vocalmente, la mayoría de los investigadores, universidades, instituciones de investigación y organizaciones profesionales han permanecido en silencio para evitar antagonizar a la administración y poner en riesgo su financiamiento”, se lee en la carta, que termina haciendo una advertencia: Si se desmantela la empresa de investigación de nuestro país, perderemos nuestra ventaja científica. (...) El daño a la empresa científica de nuestra nación podría tardar décadas en revertirse".
Los académicos hacen un llamado a la ciudadanía para defender la ciencia y evitar que su independencia sea socavada. La voz de la ciencia, concluyen, “no debe ser silenciada. Todos nos beneficiamos de la ciencia y todos tenemos mucho que perder si la empresa de investigación del país es destruida”.
