Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
En un nuevo estudio publicado en la revista Nature, un grupo de investigadores, en su mayoría de la Universidad de Reading (Reino Unido), analizó información de 9.873 especies de aves del mundo, de las cuales 2.087 están bajo algún tipo de amenaza. Su objetivo era proyectar las extinciones de estos animales para los próximos 100 años, con base en datos de la Lista Roja de la Unión para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Uno de los hallazgos de la investigación fue descrito por Kerry Stewart, principal autor del artículo, como una “estadística impactante”. Los científicos encontraron que más de 500 especies de aves desaparecerían durante el próximo siglo debido a seis “factores de extinción”, siendo el principal la pérdida y degradación de hábitat. Otras de las causas serían la caza; el cambio climático y los fenómenos meteorológicos extremos; las perturbaciones y la mortalidad accidental; las especies invasoras y enfermedades; y la contaminación.
Le puede interesar: ¿Y si una bacteria pudiera convertir residuos plásticos en medicina?
A ojos de Stewart, “nos enfrentamos a una crisis de extinción de aves sin precedentes en la era moderna”. La desaparición de más de 500 aves durante los próximos 100 años sería más del triple de la cifra de especies extintas registrada desde el año 1500. Además, esto implicaría una amenaza para los ecosistemas del planeta, pues no solo se alterarían las poblaciones de las aves, sino que los servicios clave que cumplen en la naturaleza, como la dispersión de semillas y la polinización, también se verían comprometidos.
Los investigadores apuntan que, aunque se reduzcan las amenazas, todavía podrían desaparecer alrededor de 250 especies que actualmente están en peligro crítico. “Muchas aves ya están tan amenazadas que reducir el impacto humano por sí solo no las salvará”, indicó Stewart. “Estas especies necesitan programas especiales de recuperación, como proyectos de reproducción y restauración del hábitat, para sobrevivir”.
Lea también: La cámara digital más grande del mundo revela sus primeras imágenes del universo
De ese modo, el artículo destaca los esfuerzos locales de conservación. Los científicos plantean que si hay un enfoque y si se conservan las 100 especies amenazadas más únicas, es decir, que proporcionan servicios singulares, se podría evitar en un 68% la pérdida de diversidad funcional proyectada.
En suma, los investigadores indican que las acciones enfocadas en responder al principal factor de este problema, que es la pérdida y degradación del hábitat, evitarían la mayor cantidad de extinciones de especies. En cambio, controlar la caza, las perturbaciones y la mortalidad accidental, podría salvar menos especies y aumentar “desproporcionadamente” la riqueza funcional de las aves.
Le puede interesar: Asia se está calentando dos veces más rápido que el resto del mundo, según nuevo informe
“Nuestros hallazgos sugieren que las políticas de conservación no deberían centrarse únicamente en la protección a gran escala contra las causas de extinción, dado que incluso en escenarios ambiciosos, solo la mitad de las extinciones de especies proyectadas y la pérdida de diversidad funcional atribuibles a estos factores podrían evitarse”, concluye el equipo.
🌳 📄 ¿Quieres conocer las últimas noticias sobre el ambiente? Te invitamos a verlas en El Espectador. 🐝🦜
