“Mi laboratorio no está entre cuatro paredes": Camilo Montes

El geólogo colombiano que ha estudiado las diferentes configuraciones tectónicas de los Andes y del Caribe, incluyendo a Panamá, fue nombrado académico correspondiente de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales.

José Luis Rodriguez R*
27 de noviembre de 2018 - 08:05 p. m.
El geólogo colombiano Camilo Montes.  / Cortesía Uninorte
El geólogo colombiano Camilo Montes. / Cortesía Uninorte

Rodeado de mapas y libros sobre la corteza terrestre, el profesor Camilo Montes Rodríguez revela en su oficina la pasión que siente por la geología en una sola frase: “mi laboratorio no está entre cuatro paredes, se conforma de quebradas, ríos o montañas. Una observación minuciosa de la naturaleza”. Veinticuatro horas después, en el salón13G2 de la Universidad del Norte, el docente del departamento de Física y Geociencias fue nombrado académico correspondiente de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales por 25 años de sobresaliente ejercicio profesional. Su madre, María Luis Rodríguez de Montes, de 82 años, fue la encargada de ponerle la medalla en el pecho. Las sonrisas cómplices antecedieron a los aplausos de congratulación.

Con el apoyo de científicos nacionales e internacionales, Camilo Montes ha estudiado las diferentes configuraciones tectónicas de los Andes y del Caribe, incluyendo a Panamá, con el fin de conocer sus efectos en el clima y la vida terrestre. Este geólogo estructural, que analiza el movimiento de las rocas en sistemas montañosos, pasa a ser uno de los académicos colaboradores de la asociación que fomenta y apoya desde 1936 la investigación científica, el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales y las políticas de desarrollo científico y académico del país.

“Recibo el nombramiento con mucha humildad. Aunque es individual, para nada estoy solo. Esto es gracias a mi grupo de trabajo, que incluye profesores de la Universidad Nacional de Bogotá, de Medellín, de la Universidad de los Andes, de la EAFIT y de muchas partes del mundo. Solo no podría hacer absolutamente nada”, recalcó el docente de 51 años.

Se graduó de geólogo en la Universidad Nacional, hizo magíster y doctorado en la Universidad de Tennessee y posdoctorado en Geología en el Instituto Francés de Petróleo. Recibió en 2015 el Premio a Científico del Año, otorgado por el diario El Espectador, y ha publicado más de 47 artículos científicos en revistas indexadas. Su índice de citación es de 24, el más alto de todos los profesores de geología en Colombia, solo superado por Germán Bayona, elegido también miembro de la Academia de Ciencias. El profesor Montes trabajó durante cinco años en Carbones del Cerrejón y luego regresó a la academia, a través del Instituto Smithsoniano de Investigaciones Tropicales, en Panamá. En 2012 llegó al departamento de Geociencias de la Universidad de los Andes, donde permaneció seis años, y hoy hace parte del profesorado de Uninorte, con el que busca resaltar la importancia de la Región Caribe para el desarrollo de la geología en Colombia.

“Uno de los retos es que el Caribe es particularmente sensible a muchos fenómenos naturales que tienen riesgos para la población y la infraestructura. Estamos hablando de cambio climático, ascenso del nivel del mar, migración costera o tsunamis. La Costa, en general, es un laboratorio geológico impresionante y para nuestros estudiantes es particularmente beneficioso. Es estar en la mitad de un laboratorio que nos permite hacer todo tipo de observaciones”, manifestó.

Entre sus investigaciones, una de las más destacadas es la que refutó el acuerdo que se tenía sobre la historia geológica del Istmo de Panamá, que separa al Océano Atlántico y Pacífico. Desde 2012, cuando realizaba una investigación tectónica, Montes y su equipo establecieron una hipótesis que planteaba que el cierre entre los continentes no se había dado hace tres millones de años, sino quince.

De la curiosidad a los resultados

La vocación por el estudio siempre ha sido un valor fundamental en la familia del profesor Camilo Montes. Hijo de José Joaquín Montes Giraldo, uno de los estudiosos más sobresalientes de la lengua en Colombia, quien fue jefe del Departamento de Dialectología del Instituto Caro y Cuervo, y de María Luisa Rodríguez de Montes, filóloga que trabajó durante 20 años en el mismo instituto, heredó la curiosidad innata por la naturaleza que le rodea.

Su hermana mayor, María Emilia, es experta en etnolingüística; Joaquín es economista, quien ha trabajado en la Organización Mundial del Comercio, en Ginebra; y su hermano Arturo es físico e ingeniero eléctrico que labora en Estados Unidos.

“Lo que nosotros tuvimos en la casa fue un ambiente cultural amplio, que nos permitió tomar diferentes caminos, pero siempre viendo en mi papá esa actitud de buscar la verdad con la actividad científica. Eso es lo que mi hermano hace en su trabajo”, expresó Joaquín en un comedor estudiantil de la universidad.

El gusto por las rocas del profesor Camilo Montes lo heredó de su mamá María Luisa, quien en cada viaje de vacaciones le gusta coleccionar las piedras que más le llaman la atención. Su curiosidad después la trasladó a las excursiones que realizaba en el Colegio Corazonista, en donde conoció al mismo Germán Bayona, doctor en Geología de la Universidad de Kentucky.

“Una cualidad importante en él es que es muy curioso, pues en ciencias básicas la curiosidad es lo que mueve todo. Además, brinda nuevas hipótesis y las respalda, lo cual es algo difícil, pero así es que avanza la ciencia”, afirmó el profesor Aldo Fernando Rincón, del departamento de Física y Geociencias de Uninorte, luego de salir de un conversatorio sobre el futuro de las Geociencias en Colombia, a cargo de Cesar Vinasco, de la Sociedad Colombiana de Geología; Orlando Navas, del Consejo Profesional de Geología y el nuevo académico correspondiente.

En palabras del profesor Carlos Jaramillo, vinculado al Instituto Smithsoniano de Investigación Tropical, Camilo Montes es básicamente un “inspector de tránsito” que analiza colisiones, pero no entre vehículos sino bloques de roca a diferentes escalas de tiempo y espacio. Desde dos rocas que chocan en un pequeño cerro hasta el levantamiento de los Andes, o terremotos que pasan en unas pocas horas o acontecieron hace millones de años.

“Personalmente creo que es el mejor geólogo que existe en el país, tanto intelectualmente como persona. Mucha de mi docencia la he aprendido por él, por ese amor por la geología de campo y los mapas que me transmitió”, aseguró Felipe Lamus, también docente del departamento de Física y Geociencias de Uninorte.

Rodeado de docentes y estudiantes, durante la toma de juramento el geólogo bogotano se comprometió a cumplir lo estatutos que rigen a la Academia, a aplicar los principios del Humanismo  y de la ciencia, a defender los intereses nacionales y a impulsar la formación de un pensamiento científico y académico, como miembro correspondiente. Al final de la ceremonia, Camilo Montes observó en su pecho la medalla de la Academia, besó a su madre y estrechó sus lazos con la ciencia. Con otra frase reveló su nuevo objetivo: “La idea es darle una voz más fuerte a la ciencia para que influya más en la vida de los colombianos, de todos nosotros”.

*Periodista Uninorte. 

 

Por José Luis Rodriguez R*

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