Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
La Misión IM-2, de la empresa privada Intuitive Machines, logró aterrizar en la superficie lunar este jueves, 6 de marzo, sobre las 12:31 p.m. Sin embargo, lo que se sabe hasta el momento, es que no fue un aterrizaje perfecto, pues, aunque la sonda Athena siguió enviando datos a la Tierra y comenzó a generar energía en la superficie lunar, todavía no se ha podido determinar el estado y la orientación de la nave.
Durante la transmisión de la misión, lanzada el 26 de febrero a bordo del cohete Falcon 9 de la compañía privada SpaceX, Josh Marshall, director de comunicaciones de Intuitive Machines, confirmó que Athena ya estaba en la superficie lunar. “El equipo está en proceso de apagar los sistemas que no son necesarios. Estamos trabajando para determinar la orientación del vehículo, lo cual es importante porque eso determinará cuánta señal vamos a tener”.
La última actualización que publicó la NASA, a las 12:29 p.m., de este jueves, explicó que el módulo de aterrizaje comenzó su descenso vertical, donde el sistema de control de navegación y guía del módulo lo llevó a un punto aproximadamente a 30 metros por encima del lugar de aterrizaje designado. Luego, inició un descenso vertical a unos tres metros por segundo. Después, frenó a una velocidad de descenso de un metro por segundo, a unos 10 metros por encima de la superficie, preparándose para el descenso final y el aterrizaje.
Durante esta última parte, el módulo de aterrizaje utilizó únicamente mediciones inerciales. “No hay cámaras ni láseres que guíen a la nave espacial hacia la superficie lunar porque estos detectarían el polvo lunar que se levanta del motor del módulo de aterrizaje. El módulo de aterrizaje está diseñado para aterrizar a una velocidad de 3 pies por segundo (1 metro por segundo)”, informó la agencia. Desde entonces no han emitido ninguna actualización.
La misión IM-2 hace parte de la iniciativa Commercial Lunar Payload Services (CLPS, por sus siglas en inglés) de la NASA y de su programa Artemis, que tiene como objetivo volver a llevar seres humanos a la Luna. Esta misión específicamente transporta tecnología avanzada para analizar el suelo lunar en busca de recursos que, en el futuro, podrían ser extraídos y utilizados por astronautas, como materiales útiles para generar oxígeno respirable o incluso fabricar combustible en la misma Luna.
Además, el módulo cuenta con un sistema de retrorreflectores láser, que servirá como un punto de referencia para ayudar a las naves en órbita o en descenso a maniobrar con mayor precisión. También incluye tecnología diseñada para establecer una red celular estable en la Luna, facilitando la comunicación en futuras misiones tripuladas. Otra de sus innovaciones es un dron propulsado que podrá desplazarse con pequeños saltos sobre la superficie lunar, lo que le permitirá explorar terrenos difíciles.
Este es el segundo intento de Intuitive Machines por aterrizar en la Tierra. El año pasado envió la nave Odysseus, la cual aterrizó con éxito en la Luna, pero golpeó la superficie con más fuerza de lo esperado y se desplazó un poco hacia un lado, lo que provocó que se volcara. La nave espacial siguió funcionando, pero no pudo llevar a cabo todas las observaciones planificadas.
👩🔬📄 ¿Quieres conocer las últimas noticias sobre ciencia? Te invitamos a verlas en El Espectador. 🧪🧬
