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La nave espacial New Horizons de la NASA logró la primera prueba exitosa de navegación interestelar en el espacio profundo, en un hito para la exploración del universo.
En este momento, la nave, que fue famosa por explorar Plutón, se encuentra atravesando el Cinturón de Kuiper a una distancia de 705 millones de kilómetros de la Tierra. El equipo de astrónomos decidió utilizar esta situación para poner probar las capacidades de la nave para ubicarse con precisión en el espacio.
Tal y como lo hicieron en su momento los navegantes mientras atravesaban los océanos, la nave utilizó sus cámaras para determinar la posición a través de la posición de las estrellas cercanas.
En particular, se tomaron como referencia dos estrellas cercanas: Próxima Centauri, ubicada a 4,2 años luz de la Tierra, y Wolf 359, a 7,86 años luz de a Tierra. Al observarlas desde la perspectiva de la nave, ambas estrellas parecieron cambiar ligeramente de posición en comparación con las imágenes fijas captadas desde la Tierra. Este efecto, conocido como paralaje estelar, se debe al cambio en el punto de observación y útil para calcular distancias en el espacio.
Este fenómeno puede verse en la siguiente imagen, que ilustra un ejemplo aplicado a la Tierra, con dos capturas en diferentes meses del año.
Como explica la NASA, esta técnica funciona si la estrella está lo bastante cerca como para que, al verla desde distintos puntos, parezca cambiar de posición respecto a las estrellas de fondo, que están mucho más lejos. La nave puede medir ese pequeño cambio en el ángulo de la estrella, y al combinar ese dato con la distancia que entre el Sol y la Tierra, se puede calcular cuán lejos está esa estrella. Es un método similar al que usan los topógrafos en la Tierra, conocido como triangulación.
En el caso de la nave New Horizons, utilizando las posiciones de las dos estrellas y tomando como referencia un modelo tridimensional del vecindario solar, el equipo calculó la posición de la nave espacial en relación con las estrellas cercanas con una precisión de unos 6,6 millones de kilómetros. Aunque pueda parecer una gran distancia, esto es comparable a una precisión de unas 26 pulgadas medida desde Nueva York a Los Ángeles.
Los resultados de esta metodología se encuentran disponibles en un estudio disponible en una versión preliminar en el portal arXiv.
Como explicó en entrevista con el portal Phys.org, Tod Lauer, astrónomo del NOIRLab de la NSF en Tucson, Arizona, y autor principal del artículo, “esperábamos que la toma simultánea de imágenes de la Tierra y de la nave hiciera que el concepto de paralaje estelar quedara instantáneamente claro. Una cosa es saber algo y otra decir ‘¡Eh, mira! ¡Esto funciona de verdad!’, y ese el avance que logramos”
Por el momento, la nave espacial seguirá estudiando la heliosfera y se espera que cruce próximamente lo que se conoce como el frente de choque de terminación, que es la zona donde acaba el área de influencia de sol y el viento solar. Este punto, al que pronostica la nave llegue en los próximos años, marca el límite del espacio interestelar.
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