
Entre los factores que impulsan el cambio están los movimientos del núcleo de la Tierra, los cambios atmosféricos y la posición de la Luna.
Foto: Pixnio
La velocidad de rotación del planeta nunca ha sido constante. Pero los datos del pasado reciente son bastante claros: la velocidad de giro de nuestro planeta ha aumentado este verano.
No sería verano —en los países con estaciones— sin los días largos. Los amaneceres llegan más temprano y los atardeceres más tarde, lo que deja más tiempo para los viajes aletargados a la playa y los asados a fuego lento bajo la parsimoniosa curva del sol.
(Lea
Por Jacey Fortin / The New York Times
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