Aunque es difícil encontrar cifras precisas, desde hace algunos años los científicos vienen advirtiendo sobre el aumento de personas que se ven afectados por la alergia a los gatos. A nivel mundial, se estima que la alergia a los animales de compañía afectan a entre un 10 y un 20 % de la población mundial.
Dentro de ese panorama, la alergia a los gatos es la tercera causa más común de alergias respiratorias humanas y la segunda más común en interiores. Pero, sobre esta realidad hay varios mitos, como el rol que jugaría el pelo de estos animales o el hecho de que hay razas que generan más alergia que otras.
Empecemos por el pelo. En octubre de 2021, un grupo de investigadores publicó, en la revista académica Journal of Feline Medicine and Surgery, una de las revisiones más completas que se haya hecho sobre la alergia a los gatos. En su estudio, los científicos reconocieron que, a pesar de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce ocho alérgenos felinos, el Fel d 1 “es el único antígeno principal y es, con diferencia, el alérgeno más importante y potente”.
Esta proteína microscópica se produce en la saliva y las glándulas cutáneas del gato. Cuando estos se acicalan, principalmente lamiéndose, el Fel d 1 se transfiere al pelo y a la piel del gato. Su propagación se da a través del pelo o de las células muertas de la piel que caen.
Diferentes estudios han encontrado que esta proteína puede permanecer en el aire durante largos periodos de tiempo, y que se adhiere fácilmente a la ropa y otras superficies. De hecho, investigaciones han encontrado que gracias a esta capacidad, la Fel d 1 se ha encontrado en hogares sin gatos.
Ahora, ¿la alergia a los gatos tiene algo que ver con su raza? La respuesta corta es que no y que hace falta más investigación para encontrar una relación. Lo que sí se sabe, es que los gatos machos que no han sido esterilizados producen más de esta proteína frente a las hembras o machos esterilizados, y que los gatos mayores tienen menores niveles de Fel d 1.
Que una persona sea más alérgica a algunos gatos puede deberse, principalmente, a la variación que cada uno de estos animales presenta en la producción de esta proteína.
Finalmente, pese a que ha habido avances en investigaciones que sugieren que es posible vacunar a los gatos para evitar la producción de esta proteína, los resultados no son concluyentes, pues los científicos siguen investigando qué roles cumple la Fel d 1 en la vida de estos animales.
De lo que sí hay certeza, es de algunas medidas que pueden ayudar a reducir la alergia a los gatos. Entre esas, están: excluir al gato del dormitorio, retirar las alfombras, usar fundas para las almohadas y colchones, aspirar semanalmente el hogar, ventilar la casa, bañar a los gatos en el hogar y cambiarse de ropa antes de pasar de una zona con altos alérgenos a una con niveles más bajos.
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