“El cuerpo humano absorbe y pierde calor en gran parte a través de la radiación infrarroja centrada alrededor de una longitud de onda de 10 micrómetros. Sin embargo, ni nuestra piel ni los textiles que componen la ropa son capaces de controlar dinámicamente este canal óptico para la gestión térmica”, escribieron en la revista Science un grupo de investigadores de la U. de Maryland, EE.UU, y sus colegas chinos de la Universidad de Xiamen.
El nuevo textil que promete traer alivio a quienes están expuestos a cambios de temperatura constantes, fue fabricado con fibras de polímero al que se añadió una capa delgada de nanotubos de carbono. “Modulamos efectivamente la radiación infrarroja en más del 35% a medida que cambiaba la humedad relativa de la piel subyacente”, anotaron los investigadores encabezados por Xu A. Zhang, de la U. de Maryland.
El nuevo textil adquiere así una característica “inteligente” pues autorregula sus propiedades térmicas en función del calor, el sudor o el frío del usuario. Cuando se produce alguna variación en estos parámetros, el material tiene la propiedad de responder mediante el colapso o la expansión dinámicos de la estructura de sus fibras.
“El material textil muestra un gran potencial para el desarrollo de sistemas de vestuario capaces de adaptarse de forma autónoma a entornos exigentes”, señalaron sus creadores a través de un comunicado.
Según los autores, estas metafibras que se adaptan al calor pueden ser tejidas, teñidas y lavadas de manera similar a otras telas de alto rendimiento y son compatibles con los procesos comerciales actuales.