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¿Qué hacía una rana colombiana en una floristería en Reino Unido?

El hallazgo de una rana colombiana en una floristería de Sheffield, Reino Unido, motivó un gran estudio que analiza cómo el mercado de flores ornamentales, liderado por países como Colombia, puede facilitar la propagación de plagas y especies invasoras, poniendo en peligro cultivos y ecosistemas en todo el mundo.

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20 de enero de 2025 - 01:33 p. m.
Una rana arbórea europea, una especie que, según los investigadores, se suele encontrar en flores cortadas en los Países Bajos. Fotografía: Universidad de Cambridge/PA
Una rana arbórea europea, una especie que, según los investigadores, se suele encontrar en flores cortadas en los Países Bajos. Fotografía: Universidad de Cambridge/PA
Foto: niversidad de Cambridge
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Silviu Petrovan, investigador del Departamento de Zoología de la Universidad de Cambridge y autor principal de un artículo publicado en BioScience, contó en The Guardian que, al principio, pensó que se trataba de una broma. ¿Qué tan probable era encontrar una rana colombiana en una floristería de Sheffield, al norte del Reino Unido? Entre Colombia y el Reino Unido hay más de 8,000 kilómetros de distancia, separados por océanos y continentes. Pero, contra todo pronóstico, ahí estaba.

“Encontrar una rana arbórea sudamericana en una floristería de Sheffield fue extraordinario. Me hizo darme cuenta de que, si es posible que este tipo de vertebrado pequeño y frágil llegue vivo en un envío de flores sin que nadie lo note en la aduana, lo difícil que debe ser detectar plagas de insectos agrícolas muy pequeñas o sus huevos”, dijo Petrovan. Fue el punto de partida de una investigación que pone en evidencia los riesgos ecológicos asociados con el comercio internacional de flores ornamentales, un mercado en el que Colombia es líder.

En los últimos años, comienza la investigación, se ha prestado cada vez más atención a las consecuencias ambientales del intercambio de productos básicos para los países exportadores e importadores. Mucha de la atención se ha concentrado en los productos alimenticios, pero quizá muy poca en los impactos del comercio de productos básicos no esenciales, como las flores.

“Las cadenas de suministro globalizadas, cambiantes y en rápida expansión, han exacerbado los riesgos ambientales, de sostenibilidad y de bioseguridad complejos”, escriben los investigadores. Analizan entonces los riesgos ambientales y sociales de este comercio internacional, complementándolos con análisis de incautaciones de comercio ilegal y datos de interceptación de contaminantes de plantas de los Países Bajos y el Reino Unido.

Aunque no existe un registro internacional completo sobre las plagas detectadas en estos controles, los datos recopilados en los Países Bajos (2017-2018) y en el Reino Unido (2021-2023) permiten entender mejor el problema. En ambos países, se analizaron las intercepciones de plagas definidas como aquellas que tienen impactos negativos en los cultivos agrícolas, la biodiversidad o la salud humana.

En los Países Bajos, durante 2017, se importaron grandes volúmenes de plantas ornamentales: casi 15.000 toneladas de bulbos, 363.000 toneladas de plantas vivas, 273.000 toneladas de flores cortadas y 85.000 toneladas de follaje. En este periodo, se reportaron 1538 intercepciones de 459 tipos de plagas, siendo las más frecuentes la mosca blanca de los invernaderos (Trialeurodes vaporarium) y la polilla (Helicoverpa armigera). Por su parte, el Reino Unido registró 481 intercepciones entre 2021 y 2023, destacándose la mosca blanca de las hojas plateadas (Bemisia tabaci) y especies del género Liriomyza.

La mayoría de las plagas interceptadas en ambos países correspondieron a insectos: un 90,6% en los Países Bajos y un 81,1% en el Reino Unido. Además, se identificaron otras clases, como ácaros, bacterias fitopatógenas y hongos.

Debido al volumen de plantas inspeccionadas y la complejidad de los controles, los investigadores creen que estas intercepciones representan solo una fracción de las contaminaciones reales. Un análisis detallado permitió encontrar algunos patrones interesantes relacionados con los países de origen de los envíos. En los Países Bajos, las principales plagas interceptadas provinieron de exportaciones de rosas de Kenia y Uganda, mientras que en el Reino Unido fueron detectadas en envíos de Solanum de los Países Bajos y Chrysanthemum de Colombia.

La investigación reveló una dimensión inesperada: la introducción accidental de vertebrados autostopistas, como lagartijas, anfibios y geckos, que viajan ocultos en los envíos. Entre 1995 y 2023, se recopilaron 82 reportes de vertebrados transportados accidentalmente en los Países Bajos y el Reino Unido, la mayoría de ellos posteriores a 2015. Tras una depuración manual de los datos para excluir productos no ornamentales, se identificaron 56 incidentes relacionados exclusivamente con plantas ornamentales. En el Reino Unido, se registraron hallazgos vivos de ranas y lagartijas provenientes de diversas partes del mundo, como Hyperolius marmoratus de Sudáfrica y Dendrosophus norandinus de Colombia, mientras que en los Países Bajos se detectaron especies de ranas arbóreas (Hyla arborea) y sapos gigantes (Rhinella horribilis), de Costa Rica.

Las lagartijas fueron los reptiles más comúnmente encontrados, destacándose la lagartija italiana de pared (Podarcis siculus), que llegó en múltiples envíos desde Italia y España, principalmente con olivos ornamentales. Otras especies de reptiles incluyeron serpientes europeas, como Malpolon monspessulanus y Natrix maura, así como el gusano lento (Anguis fragilis), cuya procedencia se rastreó a los Países Bajos. Para los autores, este fenómeno no solo pone en evidencia los riesgos para los ecosistemas locales, sino que también resalta la complejidad de monitorear y registrar estas introducciones, ya que muchas veces los animales son detectados en puntos de venta o después de la compra, sin quedar oficialmente registrados.

El comercio internacional de plantas ornamentales se ha vinculado desde hace mucho tiempo a las vías de riesgo comercial de la bioseguridad. Los informes de varios países sugieren que la industria hortícola es quizás el vector más importante para las introducciones de pequeños caracoles y babosas. Por ejemplo, 31 de estas especies terrestres, todas menos dos de ellas exóticas y cinco no registradas previamente, se encontraron en los viveros de plantas nativas hawaianas destinadas a proyectos de restauración local, recuerdan los autores en su estudio.

“Hemos demostrado que el mercado mundial de plantas ornamentales y flores cortadas ha duplicado su valor en las últimas dos décadas y ha mostrado patrones cambiantes de exportación e importación, incluyendo el aumento de las exportaciones de África y Sudamérica y los mercados emergentes de importación de Asia”, concluyen. Y si bien reconocen que la industria de las plantas ornamentales aporta muchos beneficios, “sus posibles efectos registrados sobre las especies silvestres, los ecosistemas y las personas, tanto en los países exportadores como en los importadores, significa que es esencial una gestión cuidadosa de estos mercados en crecimiento”.

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Jesús(90019)20 de enero de 2025 - 01:43 p. m.
Gravísimo para las exportaciones de flores.
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