
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Durante décadas y por la cercanía con la Tierra, el estudio de Marte ha sido una de las obsesiones de la Astronomía. Después de la Luna, satélite natural de nuestro planeta, es el planeta al que más misiones no tripuladas hemos enviado y uno de los que más conocemos.
Aun así, todavía hay mucho por descubrir sobre el llamado “planeta rojo”. Un grupo de científicos de la Agencia Espacial Europea (ESA, por su sigla en inglés) se dio a la tarea de responder una pregunta inusual sobre Marte: ¿qué tan fuerte soplan los vientos allí?
Para responderla, revisaron las imágenes que han recopilado durante las últimas dos décadas las misiones no tripuladas que han recorrido la superficie de ese planeta, o que lo han analizado desde afuera.
Allí encontraron 1.039 imágenes de remolinos de polvo que les permitieron conocer algunas de las dinámicas del viento en ese planeta. Identificaron, por ejemplo, que aunque los remolinos de polvo pueden darse en una gran parte del planeta, hay zonas en las que se dan con más fuerza.
El factor clave que influye en esto es la latitud, pues en las zonas más cercanas a la línea ecuatorial del planeta es donde se desarrollan los remolinos de polvo más grandes, según la evidencia. También se dieron cuenta de que ocurren generalmente al mediodía o en horas de la tarde.
Las estaciones también causarían algunas variaciones en la forma en la que se comportan estos remolinos. Dependiendo de si hay verano boreal (en el norte) o verano austral (en el sur), los remolinos tienden a migrar respectivamente hacia el norte o hacia la línea ecuatorial, en la zona media del planeta.
“Nuestras observaciones muestran que los fuertes vientos cercanos a la superficie son abundantes en Marte y desempeñan un papel importante en la formación de polvo atmosférico, lo que contribuye directamente a la elaboración de modelos más precisos de la atmósfera, el clima y la meteorología marcianos”, escribieron los científicos en el artículo, que fue publicado en la revista Science Advances.
Profundizar en estos hallazgos, aseguran, será clave para hacer observaciones más seguras y sostenibles en el futuro.
👩🔬📄 ¿Quieres conocer las últimas noticias sobre ciencia? Te invitamos a verlas en El Espectador. 🧪🧬