Hace ya más de dos décadas, Chris Stanley y Mike Rumsey, dos científicos del Museo de Historia Natural de Londres, describieron un particular mineral cuya fórmula química era muy parecida a la de la kriptonita, el material ficticio que reducía los poderes de Superman.
El material fue bautizado como jadarita, por la región en la que fue descubierto (Jadar, en Serbia) y, desde entonces, ha llamado la atención de los científicos e investigadores, pues se ha identificado su potencial energético, en medio de un contexto global que obliga a fuentes de energía menos contaminantes.
Ahora, un grupo de científicos del mismo museo, han desentrañado los misterios geológicos que hacen posible la existencia de la jadarita, el cual han definido como “un mineral raro que contiene litio y que podría alimentar la transición energética ecológica de Europa”.
Para formarse, explican en su investigación publicada recientemente en la revista académica Nature Geoscience, la jadarita debe seguir una serie exacta de pasos geológicos en condiciones muy específicas.
“Esto implica una estricta interacción entre lagos terminales ricos en álcalis, vidrio volcánico rico en litio y la transformación de minerales arcillosos en estructuras cristalinas que son excepcionalmente raras”, agregaron los investigadores.
Las condiciones que hacen posible la formación de este mineral son tan particulares que solo se ha encontrado en la región de Jadar.
Franceso Putzolu, científico del museo y uno de los autores de la reciente investigación, plantea el símil con un pastel: “al igual que ocurre al hornear un pastel, todo tiene que estar medido y ser exacto para que se forme este raro mineral. Por ejemplo, si los ingredientes minerales no son los adecuados, si las condiciones son demasiado ácidas o demasiado frías, la jadarita no se formará. Los criterios parecen ser tan precisos que aún no los hemos visto reproducidos en ningún otro lugar de la Tierra”.
Pese a esto, advierten los investigadores, la cantidad es tan grande que, si se extrajera, podría producir litio para alimentar hasta el 90 % de la cuota europea de vehículos eléctricos.
Una de las ventajas de la jadarita, frente a otras fuentes tradicionales de litio como el espodumeno, es su valor económico y medioambiental, pues su extracción requiere un menor consumo energético.
“Como la demanda de litio continúa en la carrera hacia las energías renovables, si se extrae, la jadarita puede ofrecer un enorme potencial. Este proceso nos acerca a la identificación de otros posibles yacimientos al desentrañar las condiciones de formación en el laboratorio”, concluyó Robin Armstrong, geólogo del museo y autor del estudio.
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