Durante la madrugada de este jueves 20 de febrero, el Servicio Geológico Colombiano registró varios sismos en el país. El primero de ellos lo reportó a las 3:29 a.m., específicamente en una localización de 8.51° (Latitud), -75.21° (Longitud), a 19 kilómetros del municipio de San Marcos, a 33 kilómetros de Caimito, en Sucre, y a 24 kilómetros de Ayapel, en Córdoba. El evento tuvo una magnitud de 2.3 y una profundidad de 49 kilómetros, según la entidad.
Luego, a las 4:47 a.m. ocurrió un nuevo sismo, el de mayor intensidad registrado en las últimas horas por el SGC, con una magnitud de magnitud 3.6 y profundidad superficial (menor a 30 kilómetros). Su epicentro de dio a 9.88° (Latitud), -74.34° (Longitud), a 10 kilómetros de distancia de Nueva Granada (Granada), a 12 kilómetros de Ariguaní (cabecera municipal El Difícil) y a 35 kilómetros del municipio de Chibolo, en Magdalena. De acuerdo con los reportes de la ciudadanía en el portal de la entidad, el temblor alcanzó a “sentirse levemente” en Cesar.
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Tan solo unos minutos después, a las 5:15 a.m., el SGC registró una réplica de menor intensidad, nuevamente a 10 kilómetros de Nueva Granada, a 11 de Ariguaní y a 36 de Chibolo (9.87° Latitud, -74.33° Longitud). Su magnitud fue de 2.9 y su profundidad superficial.
Finalmente, la entidad reportó otro temblor, pero esta vez más alejado. A 7 kilómetros de San Vicente de Chucurí, a 8 kilómetros de Betulia y a 28 kilómetros de El Carmen, en Santander, se presentó este sismo, de magnitud 2.2 y una profundidad de 113 kilómetros, a las 5:24 a.m.
¿Por qué tiembla tanto en Colombia?
Lo primero que hay que entender es que es normal que tiemble con alguna frecuencia en el país. De hecho, según el SGC, se presentan alrededor de 2.500 sismos al mes. La primera razón es simple: Colombia es un país sísmicamente activo, que cuenta con diferentes placas tectónicas, las cuales están en contacto. “Esto hace que se generen sismos en la mayor parte del territorio (principalmente las costas y alrededor de nuestras cordilleras)”, ha advertido la entidad.
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Sin embargo, los efectos que pueda causar dependen de la relación entre su magnitud y profundidad. En palabras un poco más puntuales, como explicaba el SGC, “a mayor magnitud y menor profundidad, mayor impacto habrá”.
Si bien se presenta una gran cantidad de sismos, la mayoría no son de magnitud ni de intensidad relevantes. De hecho, en los 30 años que la Red Sismológica Nacional lleva monitoreando la actividad sísmica en el país, en total se han registrado casi 300.000 eventos de este tipo.
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Hay otro factor que es importante tener en cuenta a la hora de hablar de sismos en Colombia. El país está en el “Cinturón de Fuego del Pacífico”, una región de 40 mil kilómetros de largo en la que, explica el SGC, varias placas oceánicas están deslizándose por debajo de Asia y América a medida que ambos continentes se aproximan.
“Esta es la zona sísmica más activa del mundo, en donde el choque de las placas no solo produce sismos sino actividad volcánica. A ella pertenecen los cerca de 40 países que están alrededor del Océano Pacífico, incluido Colombia”, ha señalado con anterioridad la entidad.
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