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¿Pueden saber los perros que hay algunas palabras que decimos los humanos que representan objetos? El uso de palabras para referirse a objetos del entorno es una característica central de la facultad del lenguaje humano. La comprensión referencial supone la formación de representaciones mentales de estas palabras, es decir, la capacidad de asociar un sonido específico con un objeto o concepto concreto en la cabeza. Incluso con una imagen. Tal comprensión aún no se ha demostrado como una capacidad general en ninguna especie no humana, a pesar de múltiples informes de casos basados en el comportamiento.
Hasta ahora. Una nueva investigación publicada hace un par de meses en Current Biology proporciona la primera evidencia neuronal del conocimiento de palabras objeto en un animal no humano, en el perro. Los científicos quisieron observar más de cerca la comprensión implícita de los perros de las palabras objeto midiendo la actividad cerebral mediante un electroencefalograma (EEG) no invasivo. La idea era que esto podría ofrecer una medida más sensible de su comprensión del lenguaje. Hicieron que 18 dueños de perros dijeran palabras sobre juguetes que sus perros conocían y luego les presentaran los objetos.
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A veces, los dueños de los perros decían la palabra y presentaban el juguete correspondiente a esa palabra, mientras que en otras ocasiones presentaban un objeto que no coincidía con la palabra. Por ejemplo, un dueño decía: “Zara, mira, la pelota” y presentaba el objeto mientras se capturaba la actividad cerebral del perro en un EEG. Los resultados del registro cerebral mostraron un patrón diferente en el cerebro cuando a los perros se les mostró un objeto coincidente versus uno que no coincidía, similar a lo que vemos en los humanos, y lo que es ampliamente aceptado como evidencia de que entendemos las palabras.
Esto significa que, al observar las respuestas cerebrales de los perros, los investigadores notaron que sus cerebros reaccionaban de manera distinta dependiendo de si el objeto que veían correspondía a la palabra que escuchaban o no. Este cambio en la actividad cerebral es comparable a las reacciones observadas en los humanos cuando comprenden palabras. “Los perros no solo reaccionan con un comportamiento aprendido a determinadas palabras”, dice Marianna Boros del Laboratorio de Neuroetología de la Comunicación del Departamento de Etología de la Universidad Eötvös Loránd de Budapest, Hungría, y primera autora de la investigación, en una nota de prensa publicada por el centro académico.
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“Tampoco simplemente asocian esa palabra con un objeto basándose en la contigüidad temporal sin comprender realmente el significado de esas palabras, sino que activan el recuerdo de un objeto cuando escuchan su nombre”, agrega Boros. Lilla Magyari, de la Universidad Eötvös Loránd y de la Universidad de Stavanger, explicó que, aunque los perros normalmente aprenden palabras relacionadas con instrucciones en lugar de nombres de objetos y solo unos pocos tienen un vocabulario extenso de estos nombres, se esperaba que la capacidad de los perros para comprender referencias de palabras estuviera vinculada a la cantidad de nombres de objetos que conocían. Sin embargo, esto no resultó ser cierto.
“No importa cuántas palabras objeto comprenda un perro, las palabras conocidas activan representaciones mentales de todos modos, lo que sugiere que esta capacidad generalmente está presente en los perros y no solo en algunos individuos excepcionales que conocen los nombres de muchos objetos”, explicó Boros.
Para los investigadores, el hallazgo de que los perros como especie podrían comprender palabras de manera referencial, similar a los humanos, puede alterar la perspectiva científica sobre la singularidad del uso y comprensión del lenguaje en los humanos. Esto podría tener implicaciones significativas para las teorías y modelos sobre la evolución del lenguaje. Ahora sienten curiosidad por saber si esta capacidad de comprender el lenguaje referencial es específica de los perros o podría estar presente también en otros mamíferos. (Puede ver: Beber alcohol durante los vuelos, al parecer, sería malo para el organismo)