Un nuevo descubrimiento por parte de la misión Euclid, de la Agencia Espacial Europea (ESA), ha llamado la atención de los astrónomos. Se trata de un fenómeno llamado Anillo de Einstein, un evento “extremadamente raro”, como lo describió la NASA, en el que la luz procedente de una galaxia más lejana se desvía por la gravedad de una galaxia más cercana a la Tierra. En ese proceso, forma un aro que parece alineado con un objeto en primer plano.
El Anillo de Einstein resultó estar escondido a plena vista en la galaxia NGC 6505, ubicada a unos 590 millones de años luz de la Tierra. Según la ESA, el anillo que rodea a la galaxia del primer plano está formado por la luz de una galaxia más brillante que se encuentra más alejada, a 4.420 millones de años luz de distancia. “Su luz ha sido distorsionada por la gravedad en su camino hacia nosotros. La galaxia lejana no ha sido observada antes y aún no tiene nombre”, informa la agencia europea.
Este evento recibe este nombre en homenaje a Albert Einstein, cuya teoría general de la relatividad predice que la luz se curvará y se iluminará alrededor de los objetos en el espacio.
De esta manera, explica la NASA, los objetos particularmente masivos, como las galaxias y los cúmulos de galaxias, actúan como lupas cósmicas que permiten ver objetos aún más distantes. Los científicos lo denominan “efecto de lente gravitacional”. Esto significa que a veces podemos ver la luz de galaxias distantes que de otro modo estarían ocultas.
“El anillo de Einstein es un ejemplo de lente gravitacional fuerte”, explica Conor O’Riordan, del Instituto Max Planck de Astrofísica (Alemania) y autor principal del primer artículo científico que analiza el anillo. “Todas las lentes fuertes son especiales, porque son muy raras y resultan increíblemente útiles desde el punto de vista científico. Esta es particularmente especial, porque está muy cerca de la Tierra y la alineación la hace muy hermosa”.
Estos anillos de Einstein son un rico laboratorio para los científicos. Estudiar sus efectos gravitacionales puede ayudarnos a aprender sobre la expansión del Universo, detectar los efectos de la materia oscura invisible y la energía oscura e investigar la fuente de fondo cuya luz se curva por la materia oscura que se encuentra entre nosotros y la fuente.
“Me parece muy interesante que este anillo haya sido observado dentro de una galaxia bien conocida, descubierta por primera vez en 1884”, afirma Valeria Pettorino, científica del proyecto Euclid de la ESA. “Los astrónomos conocen la galaxia desde hace mucho tiempo, y, sin embargo, este anillo nunca había sido observado antes”.
El hallazgo fue posible gracias a la misión Euclid, lanzada el 1 de julio de 2023, para explorar el Universo oscuro durante seis años. Antes de que la nave espacial pudiera comenzar su estudio, el equipo de científicos e ingenieros en la Tierra tuvo que asegurarse de que todo funcionara correctamente. Durante esta fase de prueba inicial, en septiembre de 2023, Euclid envió algunas imágenes a la Tierra. Estaban deliberadamente desenfocadas, pero en una imagen borrosa, el científico del Archivo Euclid, Bruno Altieri, vio un indicio de un fenómeno que resultó ser el Anillo de Einstein.