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Científicos de la Universidad de Houston y la Universidad de Nevada-Las Vegas hallaron en 2025 una tumba de más de 1.700 años de antigüedad en el sitio arqueológico de Caracol, ubicado en Belice. La sepultura, según informó la Universidad de Houston en un comunicado, corresponde a Te K’ab Chaak, primer gobernante dinástico de la ciudad y una figura clave para comprender el surgimiento del poder político maya en el periodo Clásico Temprano.
El hallazgo fue realizado por los arqueólogos Diane y Arlen Chase, quienes han liderado excavaciones en Caracol desde 1985, en colaboración con el Instituto de Arqueología de Belice. Esta es la primera vez en más de cuatro décadas de investigaciones en el sitio que se identifica una tumba claramente vinculada a un gobernante, gracias a la correspondencia entre los objetos hallados y los registros jeroglíficos.
La tumba fue localizada bajo una estructura ceremonial del complejo conocido como Caana, que en lengua maya significa “Lugar del Cielo”. En su interior, encontraron once vasijas de cerámica, tubos de hueso tallados, joyas de jadeíta, una máscara funeraria, conchas del Pacífico y otros materiales perecederos.
Según los investigadores, el entierro es significativo no solo por su riqueza material, sino por su contexto político. Te K’ab Chaak habría asumido el poder en el año 331 d.C., casi tres décadas antes de la llegada de embajadores de Teotihuacán a Tikal, un evento que se consideraba clave para el inicio del dominio mesoamericano. “Este hallazgo cambia la narrativa”, explicó Arlen Chase en el comunicado compartido por la Universidad de Houston. “Demuestra que Caracol ya tenía un liderazgo fuerte e independiente antes de la expansión de Teotihuacán”.
Diane Chase calificó la tumba como uno de los hallazgos más importantes en la historia de Caracol. “Sabíamos que estábamos excavando una zona vinculada a la familia real, pero esta es la primera vez que podemos confirmar con certeza que se trata del fundador de la dinastía”, afirmó.
El equipo también analizó la riqueza del entierro en términos sociales. Las múltiples ofrendas, especialmente las tres pares de orejeras de jade, indican que Te K’ab Chaak fue un líder de élite, posiblemente distante de la población común. “Era un gobernante del uno por ciento”, dijo Arlen. “En esa etapa del periodo Clásico, el poder estaba muy concentrado”.
El hallazgo se suma a más de 40 años de investigaciones de los Chase, quienes han utilizado desde herramientas manuales hasta tecnología LiDAR para mapear y estudiar la ciudad. Gracias a su trabajo, Caracol ha pasado de ser considerada una ciudad secundaria a reconocerse como una potencia regional que incluso venció militarmente a Tikal en el año 562 d.C., según registros epigráficos hallados en el sitio.
Además de contribuir al entendimiento del poder político y urbano de los mayas, la tumba de Te K’ab Chaak refuerza la hipótesis de que Caracol mantuvo intercambios complejos y autónomos con otros centros mesoamericanos, sin estar subordinada a los grandes polos de poder de la época.
Por ahora, el proyecto continúa en alianza con las autoridades beliceñas y con el apoyo de nuevas generaciones de arqueólogos, incluida la participación de Adrian Chase, hijo de los investigadores principales.
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