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Alrededor de 80 personas, entre las que hay víctimas desplazadas por la Operación Génesis y la Operación Cacarica, integrantes de la Comisión de la Verdad, comunidad internacional, oenegés, brigadas internacionales de paz y periodistas de este medio, llevan esperando dos horas y no han podido salir del puerto de Turbo (Antioquia) rumbo a la comunidad de Cacarica, en el municipio de Riosucio (Chocó). Donde se llevará a cabo la conmemoración de los 23 años del desplazamiento y que generó la operación militar Génesis y la operación paramilitar Cacarica.
Por quinto año consecutivo, la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz, junto a las comunidades, hicieron el Festival de Memorias Somos Génesis, en el que diversos sectores conversan en torno a la memoria, la construcción de paz y la verdad del conflicto armado.
(Lea: En Turbo, los desplazados de la Operación Génesis viven sobre la basura)
Esta vez, sin embargo, el traslado a Cacarica no ha sido posible a pesar de que la Alta Consejería para los Derechos Humanos del Ministerio del Interior había sido notificada. Inicialmente, la razón que argumentó el Mininterior tenía que ver con la seguridad del presidente Iván Duque, quien este sábado realiza el Taller Construyendo país en Apartadó. No obstante, cuando la Comisión de Justicia y Paz dejó constancia de que este encuentro no afectaba la seguridad y de que estaba planeado, el motivo del Ministerio fue que no había condiciones climáticas para transitar por el golfo de Urabá. Esto a pesar de que la prohibición de tránsito marítimo comienza a las 11:00 a.m.
Los integrantes del festival esperan desde las 7:00 a.m. que haya vía libre para ir a conmemorar a las víctimas de esta operación de Estado que vulneró sus derechos, como consta en una sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, de 2013.
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En febrero de 1997, en la cuenca del río Cacarica no quedó nadie. Las 23 comunidades afrodescendientes que la habitaban fueron expulsadas de su territorio tras la Operación Génesis, ejecutada por la brigada XVII del Ejército, y la Operación Cacarica, que ejecutaron paramilitares de las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (Accu). Más de 2.000 personas desplazadas fueron a parar a Turbo, donde buena parte de esas familias sigue viviendo hasta hoy.