“La fumigación con glifosato no va a resolver nada de fondo”: Gobernador de Nariño

En un momento en que el Ministerio de Defensa insiste en la fumigación de los cultivos de uso ilícito por del glifosato, la Gobernación de Nariño –en donde se registra el mayor número de hectáreas- asegura que esta estrategia no resuelve los problemas estructurales del departamento.

“Solo servirá para mostrar resultados de un Gobierno, pero lo que se hace es generar una crisis humanitaria que no va a tener precedentes”, aseguró el mandatario del departamento, Camilo Romero, durante el conversatorio “Retos para encontrar alternativas sostenibles a los cultivos de uso ilícito”, que realiza este martes Colombia2020 en Pasto, en asocio con la Unión Europea, y con el apoyo de PNUD, ACNUR y Fescol.

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Romero se refirió a los puntos de coincidencia con el Gobierno: que no se puede permitir un narco-Estado; que se le debe brindar todo el apoyo a la Fuerza Pública que está presente en el departamento, y que es necesario acabar con los cultivos de uso ilícito.

El distanciamiento se produce en la forma como debería atacarse el problema. La postura de la Gobernación de Nariño indica que la fumigación con glifosato conlleva afectaciones a la vida, el medio ambiente y la salud de la población. Tampoco consideran viable la erradicación, porque –asegura- esto ha significado la confrontación entre los miembros de la Fuerza Pública y los pequeños productores.

Asegura que a los problemas de orden público derivados de la erradicación, como las protestas sociales que han conllevado al cierre de la vía a Tumaco en cinco oportunidades, se han sumado las pérdidas humanas: como un uniformado de la Policía, en abril de 2017; la masacre de El Tandil, el 5 de octubre de ese año, en la que fueron asesinados siete cultivadores; y la muerte de dos soldados que realizaban labores de erradicación. A este panorama se suma la muerte de otro policía, registrada el pasado sábado, luego de que pisara un mina antipersonal.

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A la luz de este panorama, Romero indica que estaba de acuerdo con el Gobierno de Juan Manuel Santos que, en marzo de 2016, anunció su respaldo a una alternativa sostenible para la sustitución de esos cultivos.  Sin embargo, considera que no cumplieron con la ayuda económica que se requería para sacar adelante la iniciativa que está contemplada en el punto IV del Acuerdo de Paz entre el Estado y las Farc.

En esa tarea, Romero indicó que la Gobernación hizo un censo para conocer si las familias estaban dispuestas a sustituir los cultivos de uso ilícito y aseguró que 56.000 estuvieron de acuerdo.  Sin embargo indicó que si bien la población cumplió con su parte, el Gobierno no lo ha hecho.

“El gobierno nacional nos pone en semejante tarea, hacemos el recorrido por el departamento, y hacer una propuesta de sustitución de cultivos cuesta $1,8 billones. Lo único que ha entrado al departamento son $45.000 millones. Vean la brecha tan inmensa. ¿Quién puede pedir buenos resultados en política de sustitución de cultivos cuando apenas ha ingresado ese dinero con beneficios solo para 17.000 familias de solo un municipio, que es Tumaco?”, indicó el mandatario.

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Romero agregó: “La ciudadanía no había visto la cara del Estado y cuando llega y le dice que va a haber sustitución de cultivos y recursos, la deja sin esta posibilidad, la engaña”.

En ese sentido, aseguró que no puede haber política antidrogas que sea efectiva si no se dialoga con las 56.000 familias que están dispuestas a sustituir los cultivos de uso ilícito.

Ahora, con el cambio de Gobierno, que se fijó la tarea de fumigar con glifosato dichos cultivos, el mandatario del departamento dijo se opone de manera contundente. Las razones que esgrimió se basan en las consecuencias en materia de salud. “Me quedo con la versión científica del exministro Alejandro Gaviria, quien cita un estudio en el que diez científicos del mundo analizan alrededor de 400 casos y llegan a una conclusión: el glifosato es cancerígeno. No me quedo con esa versión del ministro de Defensa actual, quien asegura que lo ha utilizado en su finca  y que no tiene ningún inconveniente”.

Finalmente, afirmó que el uso del glifosato generará desplazamiento hacia otros territorios en donde se volverán a sembrar estos cultivos.  “No van a resolver nada de fondo. Va a ser una victoria pírrica”. 

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En un momento en que el Ministerio de Defensa insiste en la fumigación de los cultivos de uso ilícito por del glifosato, la Gobernación de Nariño –en donde se registra el mayor número de hectáreas- asegura que esta estrategia no resuelve los problemas estructurales del departamento.

“Solo servirá para mostrar resultados de un Gobierno, pero lo que se hace es generar una crisis humanitaria que no va a tener precedentes”, aseguró el mandatario del departamento, Camilo Romero, durante el conversatorio “Retos para encontrar alternativas sostenibles a los cultivos de uso ilícito”, que realiza este martes Colombia2020 en Pasto, en asocio con la Unión Europea, y con el apoyo de PNUD, ACNUR y Fescol.

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Romero se refirió a los puntos de coincidencia con el Gobierno: que no se puede permitir un narco-Estado; que se le debe brindar todo el apoyo a la Fuerza Pública que está presente en el departamento, y que es necesario acabar con los cultivos de uso ilícito.

El distanciamiento se produce en la forma como debería atacarse el problema. La postura de la Gobernación de Nariño indica que la fumigación con glifosato conlleva afectaciones a la vida, el medio ambiente y la salud de la población. Tampoco consideran viable la erradicación, porque –asegura- esto ha significado la confrontación entre los miembros de la Fuerza Pública y los pequeños productores.

Asegura que a los problemas de orden público derivados de la erradicación, como las protestas sociales que han conllevado al cierre de la vía a Tumaco en cinco oportunidades, se han sumado las pérdidas humanas: como un uniformado de la Policía, en abril de 2017; la masacre de El Tandil, el 5 de octubre de ese año, en la que fueron asesinados siete cultivadores; y la muerte de dos soldados que realizaban labores de erradicación. A este panorama se suma la muerte de otro policía, registrada el pasado sábado, luego de que pisara un mina antipersonal.

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A la luz de este panorama, Romero indica que estaba de acuerdo con el Gobierno de Juan Manuel Santos que, en marzo de 2016, anunció su respaldo a una alternativa sostenible para la sustitución de esos cultivos.  Sin embargo, considera que no cumplieron con la ayuda económica que se requería para sacar adelante la iniciativa que está contemplada en el punto IV del Acuerdo de Paz entre el Estado y las Farc.

En esa tarea, Romero indicó que la Gobernación hizo un censo para conocer si las familias estaban dispuestas a sustituir los cultivos de uso ilícito y aseguró que 56.000 estuvieron de acuerdo.  Sin embargo indicó que si bien la población cumplió con su parte, el Gobierno no lo ha hecho.

“El gobierno nacional nos pone en semejante tarea, hacemos el recorrido por el departamento, y hacer una propuesta de sustitución de cultivos cuesta $1,8 billones. Lo único que ha entrado al departamento son $45.000 millones. Vean la brecha tan inmensa. ¿Quién puede pedir buenos resultados en política de sustitución de cultivos cuando apenas ha ingresado ese dinero con beneficios solo para 17.000 familias de solo un municipio, que es Tumaco?”, indicó el mandatario.

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En ese sentido, aseguró que no puede haber política antidrogas que sea efectiva si no se dialoga con las 56.000 familias que están dispuestas a sustituir los cultivos de uso ilícito.

Ahora, con el cambio de Gobierno, que se fijó la tarea de fumigar con glifosato dichos cultivos, el mandatario del departamento dijo se opone de manera contundente. Las razones que esgrimió se basan en las consecuencias en materia de salud. “Me quedo con la versión científica del exministro Alejandro Gaviria, quien cita un estudio en el que diez científicos del mundo analizan alrededor de 400 casos y llegan a una conclusión: el glifosato es cancerígeno. No me quedo con esa versión del ministro de Defensa actual, quien asegura que lo ha utilizado en su finca  y que no tiene ningún inconveniente”.

Finalmente, afirmó que el uso del glifosato generará desplazamiento hacia otros territorios en donde se volverán a sembrar estos cultivos.  “No van a resolver nada de fondo. Va a ser una victoria pírrica”. 

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