No son personajes reconocidos para el mundo académico, político y económico. No son aliados del terrorismo. Son hombres y mujeres que visten de colores vivos y siempre en honor a las comunidades que representan. Defensores del ambiente, del agua, de los derechos laborales, de la población LGBT, de la restitución de tierras despojadas y, principalmente, del derecho a la vida. El fin de semana pasado llegaron 43 de ellos a Barranquilla. Desde Cesar, Bolívar, Sucre, La Guajira, Córdoba, Magdalena y Atlántico. Desde distintos rincones del norte de Colombia, para hablar de quiénes, cómo y por qué quieren sacarlos del camino y del papel que no cumple el Estado en sus territorios.
De sus reflexiones, en el primer encuentro de la Plataforma Caribe por la Paz (organizado por la fundación alemana Fescol, y las organizaciones Caribe Afirmativo y Viva la Ciudadanía) surgió este mapa de riesgo construido por Colombia 2020 como un aporte a la campaña nacional “Lidera la Vida”, de la cual hace parte El Espectador. Los nombres y los rostros de estos valientes líderes fueron omitidos para protegerlos de quienes pretenden entorpecer su loable labor.