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“Yo represento para ustedes una máquina de muerte”: militar ante la JEP

El primero en intervenir en el segundo día de la audiencia de reconocimiento de responsabilidad de la Jurisdicción Especial para la Paz por el caso de falsos positivos en Catatumbo fue el sargento (r) Sandro Mauricio Pérez Contreras, quien reconoció públicamente que le quitó documentos a las víctimas para que fueran reportadas como N.N. y se dificultara la identificación para las familias.

Redacción Colombia +20
27 de abril de 2022 - 08:01 p. m.
El sargento (r) Sandro Mauricio Pérez Contreras reconoció su responsabilidad por las ejecuciones extrajudiciales cuando se desempeñó como suboficial de inteligencia del Batallón de Infantería No. 15 Francisco de Paula Santander del Ejército.
El sargento (r) Sandro Mauricio Pérez Contreras reconoció su responsabilidad por las ejecuciones extrajudiciales cuando se desempeñó como suboficial de inteligencia del Batallón de Infantería No. 15 Francisco de Paula Santander del Ejército.
Foto: Óscar Pérez

“Mi falta de temor a Dios, mi falta de amor y respeto por la vida humana, por la dignidad humana, me llevó a terminar convirtiéndome en un asesino, un monstruo para la sociedad. Represento para algunos de ustedes una máquina de muerte”, así comenzó la intervención del sargento (r) Sandro Mauricio Pérez Contreras, el primer militar que intervino en la segunda sesión de la audiencia convocada por la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) en el caso de falsos positivos.

En su discurso el militar aseguró que en el Ejército nunca le enseñaron a hacer daño a la población civil, peor que sí escucharon la palabra “legalizar”. “En un principio yo no entendía qué era y me quedaba con la duda, pensé que eso hacía referencia a algo económico o a elementos. Me senté a hablar con unos soldados y me explicaron que legalizar era agarrar a alguien y asesinarlo”, contó.

El militar afirmó que después de un episodio en el que vio morir a dos de sus compañeros decidió pedir la baja. Sin embargo, el entonces comandante del Batallón le ofreció el cargo de suboficial de inteligencia del Batallón de Infantería No. 15 Francisco de Paula Santander. “Yo respondí que jamás había tenido la oportunidad ni la preparación para ese cargo, entonces me dieron una corta preparación de ocho días y ahí inicié mis labores en la Central de Inteligencia de Ocaña (Sioca) y luego fui el titular de la sección de inteligencia del Batallón Santander”.

El sargento aseguró que estando en ese cargo recibía presiones por “falta de resultados operacionales” por parte del comandante de Batallón. Incluso, afirmó que esas presiones las sentía a través de programas radiales por parte del comandante de la División. Su versión coincide con la que entregó en la jornada del martes 26 de abril, el coronel (r) Santiago Herrera Fajardo, quien afirmó que una de las modalidades para generar presión en sus subalternos era a través de los programas radiales del Ejército en el que pedían más “resultados”, lo que se traducía en bajas. En esta versión el coronel (r) mencionó que las presiones venían por parte del mayor general Carlos Ovidio Saavedra Sáenz, el entonces comandante de la segunda división y del general Mario Montoya Uribe, entonces comandante general del Ejército.

Lea también: “Uribe, Santos, Padilla y Montoya tienen la culpa”: víctima de “falsos positivos”

Narró, también, cómo entregaban armas que eran utilizadas para simular combates. También reconoció haber cuadrado pagos a supuestos informantes que se encargaban de pasar la información o de perfilar a las posibles víctimas. Ante las víctimas presentes en la audiencia relató cómo intervino en las ejecuciones extrajudiciales. Se refirió públicamente a los casos de falsos positivos de Soacha y Bogotá. “Yo hago una oferta criminal. Yo no sabía que existía Soacha, pensábamos que era Bogotá. Yo planeé cómo llegaran cada uno de estos jóvenes a la ciudad de Ocaña y planeé cómo se debían entregar a los militares que iban a accionar sus armas contra ellos. Planeé cómo se deberían comprar los pasajes para que ellos llegaran acá”.

En su reconocimiento de verdad y con la voz quebrada le dijo a las familias presentes en el auditorio que él fue el responsable de que sus hijos hubieran sido enterrados sin identificación. “Le robé la identidad a sus seres queridos, a sus hijos que tanto amaban, a sus esposos, a esos padres que mediante engaños y propuestas falsas pensaron que con esa propuesta iban a mejorar su calidad de vida. Les quité los documentos para que se reportaran en el momento como personas N.N. y eso hacía que para ustedes fuera más difícil poder encontrar a su ser querido, poder saber la verdad”, detalló.

Pérez Contreras reconoció que entregó armas a otros militares para que pusieran sobre los cuerpos de los campesinos y pidió perdón a las víctimas por haber participado de estos crímenes. “Eran jóvenes inocentes con sueños. Eran amados por sus madres, hermanos, esposas e hijos. Los hicimos pasar como guerrilleros muertos en combates. Falso. Fueron asesinatos a sangre fría”, aseguró.

Después de esa confesión, que fue una de las más impactantes que se han hecho en el recinto, la JEP tuvo que suspender la diligencia judicial por la gravedad de los hechos que estaba contando y las afectaciones que sus afirmaciones tuvieron para las víctimas. En medio del llanto, Pérez destacó el rol de la víctimas para afrontar un proceso tan largo y doloroso. “Quiero exaltar la labor de las madres de Soacha que desde el inicio fueron capaces de enfrentar a mi institución”. Según él, eso le dio mayores ánimos para afrontar los encuentros individuales con ellas.

Puede ver el seguimiento en vivo que hizo Colombia+20 del primer día de audiencia aquí.

En su intervención, Pérez sacó una flor y le agradeció a Flor Hilda Hernández, una de las madres de Soacha por haberle hecho entender el valor de la vida. “Usted me dijo en nuestro primer encuentro en Bogotá: esta flor representa a mi hijo. Puede ser que esta flor no valga mucho para las personas que nos ven, pero para usted señora Flor le entendí que está reflejado su dolor y la responsabilidad que yo tengo cuando le quité la vida su hijo. Gracias por hacerme entender el valor de la vida”, detalló.

Vea: “Soy responsable de haberle llevado jóvenes al Ejército”: reclutador ante la JEP

“Jamás se me quitará la vergüenza. Gracias por enseñarme el valor de celebrar un cumpleaños, un abrazo. Hoy ustedes no están con ellos y pasan necesidades por mi culpa, por mis actos. No soy digno de recibir su perdón. Quiero limpiar el nombre de los jóvenes Camilo Andrés Valencia, Faver Leonardo Porras, Elkin Gustavo Verano, Joaquín Castro Vélez, Julián Monroy, Víctor Fernando Gómez, Diego Tamayo, Jaime Valencia, Jonathan Orlando Soto, Julio César Mejía, Diego Armando Marín, Daniel Alexander Martínez, Jaime Sarabia, Javer Palacios, Jaime Castillo, víctimas inocentes asesinadas sin justa razón”, concluyó el militar.

Agregando otros nombres de víctimas, como: Raúl Amaya, Jaler Antonio Miranda, Albeiro Quintero, Luis Alberto Sandoval, Daniel Suárez Martínez, Javier Barrientos Bautista, Martín Marulanda, Joselín Jaimes, Guillermo Reyes, Fernando Quintero, José Néstor Rodríguez, Adiel Sepúlveda, Alexander Sánchez, Albeiro Quintero y mencionó algunas personas que no han logrado identificar y quedaron como “N.N”. Las familias reprocharon este último momento, al exigir nombres completos de los asesinados.

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lector50(83808)28 de abril de 2022 - 02:00 a. m.
Y qué dice de todo esto ep Centro Democrático? Su jefe está calladito...
Jorge(98559)27 de abril de 2022 - 09:14 p. m.
Estos militares, que mataron jóvenes inocentes en los mal llamados falsos positivos, son las "verdaderas máquinas de guerra" como ellos mismos se autodenominan, y que actualmente son dirigidos por el inepto Molano, y no los niños y jóvenes reclutados por grupos armados que han sido asesinados desde el aire de manera segura y aleve. Gracias a la JEP por permitir conocer los detalles de esto.
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