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El Catatumbo está viviendo uno de los peores tiempos de su historia. La confrontación entre el Ejército de Liberación Nacional (Eln) y el Ejército Popular de Liberación (Epl), que empezó el pasado 14 de marzo, ha cobrado la vida de unas 30 personas, ha obligado a desplazarse a más de 2.900 y tiene a la región sumida en el miedo. En ese contexto, hoy los catatumberos alzaran su voz para pedir paz.
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El domingo 22 de abril de 2018 las organizaciones sociales del Catatumbo se reunirán en El Tarra. En una asamblea a la que asistirán la Asociación Campesina del Catatumbo (Ascamcat), el Comité de Integración Social del Catatumbo (Cisca) y el Movimiento por la Constituyente Popular (Mcp) buscarán salidas para la guerra que vive la región. Esa organizaciones y algunas personas del pueblo Barí están agrupadas en la Comisión por la Vida, la Reconciliación y la Paz del Catatumbo, que se creó para buscar soluciones a la violencia.
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“Es tanto el entusiasmo que el viernes ya habían llegado mil campesinos para la asamblea”, cuenta Juan Carlos Quintero, vicepresidente de Ascamcat. Esperan la presencia de la Iglesia Católica y de cinco delegados del Consejo Departamental de Paz de Norte de Santander. Para que los grupos armados respetaran la reunión emitieron un comunicado el pasado viernes en el cual pedían que no hubiera restricciones a la movilidad para las personas que fueran a asistir a la asamblea. Lo hicieron porque el Catatumbo se encuentra en un paro armado decretado por el Epl.
Los líderes de las juntas de acción comunal están asustados. Sin embargo, desde el inicio de la confrontación se han movilizado. El pasado 28 de marzo llegó hasta El Tarra la movilización “Caravana de la esperanza SOS Catatumbo” que contó con el apoyo de las organizaciones sociales, instituciones estatales y sectores religiosos.
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Otro intento para construir paz en la región es la Comisión por la Vida, la Reconciliación y la Paz del Catatumbo. Diferentes organizaciones sociales y juntas de acción comunal integran la iniciativa que es apoyada por la Oficina de Derechos Humanos de la ONU. También cuenta con el acompañamiento de la Iglesia Católica, la regional Ocaña de la Defensoría del Pueblo y la Asociación de Personeros del Catatumbo. La sociedad civil catatumbera no se ha cansado de pedir que el fin de la guerra llegue por vía del dialogo.Han dicho que incrementar el pie de fuerza a estatal no resuelve los problemas que han generado la guerra.
Decidieron traer una alerta a Bogotá. Entre el 12 y el 13 de abril la comisión estuvo en la capital del país y se reunió con diferentes instituciones del Estado, organizaciones políticas y de la sociedad civil, organismos de cooperación internacional y la gestoría de paz del Eln. Querían visibilizar la crisis que están viviendo en el Catatumbo que el Gobierno y la Fuerza Pública han desvirtuado. Una muestra de eso fueron las declaraciones del comandante del Ejército Nacional, Ricardo Gómez Nieto, quien dijo que no había podido evidenciar que hay guerra en la región.
En la asamblea que se dará en El Tarra expondrán los resultados de esa visita a Bogotá. También, intentarán crear una ruta de atención humanitaria para las comunidades afectadas por la guerra y otra ruta para el acompañamiento institucional. Exigirán que los grupos armados en confrontación respeten el derecho internacional humanitario y saquen a la sociedad civil de en medio de la guerra.
El día que empezó la confrontación salieron heridos dos civiles en medio de un intento de asesinato en el corregimiento de San Pablo, del municipio de Teorama. Además, las 25 comunidades de indígenas barí que habitan en el Catatumbo están confinadas por la guerra.
Quieren que el movimiento social tenga representantes en caso de que el Gobierno autorice que se abran espacios de conversación con los insurgentes. Quintero dice que es importante que se eleven consultas al Gobierno nacional para que se autorice la apertura del dialogo entre las guerrilas.
El Tarra, que ha sido escenario de movilización de tropas de las guerrillas en confrontación, verá hoy cómo la sociedad civil expresará su rechazo hacia la guerra que se libra entre dos ejércitos integrados por campesinos de la región. Esperan que el dialogo entre los movimientos sociales sea el preludio a un dialogo que ponga fin a la violencia en el Catatumbo.
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