“Con los proyectos tripartitos recuperamos la confianza que nos quitó la guerra”

Hermides Moncada, alcalde de Sardinata (Norte de Santander), considera que las obras surgidas de modelos colaborativos entre comunidad, autoridades políticas y cooperación internacional son claves para materializar anhelos dentro del posconflicto. El mandatario local su balance de la experiencia que ha tenido su municipio con este tipo de proyectos.

Redacción Colombia +20
04 de diciembre de 2021 - 08:02 p. m.
Puente Hamacas (en Las Mercedes) es un apoyo para unir personas que antes lno podían moverse o bajar sus cosechas del monte.
Puente Hamacas (en Las Mercedes) es un apoyo para unir personas que antes lno podían moverse o bajar sus cosechas del monte.
Foto: Gustavo Torrijos Zuluaga
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Durante el conflicto armado, en Sardinata, uno de los once municipios ubicados en la subregión del Catatumbo (Norte de Santander), el extinto Frente 33 de las Farc se apoderó de las rentas de las economías ilegales, se encargó de causar terror entre la población y de ejercer control territorial por el bajo alcance estatal.

Según documentó este diario en febrero de 2019, tras la dejación de armas de esta guerrilla, los residuos del Ejército Popular de Liberación (Epl), en conjunto con el Eln, comenzaron a apoderarse de los vacíos que dejó allí la guerra. En los últimos dos años, este pueblo nortesantandereano se ha querido recomponer, salir adelante y olvidar sus años más duros.

Por medio de convenios tripartitos con sus autoridades locales y cooperación internacional han comenzado a ver materializados obras dentro de los Planes de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET), que además de ser generadores de empleo para mano de obra no calificada, son motivo de mayor conexión entre corregimientos y de desarrollo territorial.

El alcalde de Sardinata, Hermides Moncada, habló con El Espectador para dar sus impresiones acerca del avance de estos programas y proyectos municipales.

(Vea: Los puentes y la placa huella que construyen paz en el Catatumbo)

¿Cuál es el balance que tiene sobre los proyectos surgidos de contratos tripartitos, vía PDET, que se han construido en Sardinata?

Mi balance se resume en el orgullo que siento al ver cómo mi pueblo va avanzando. En Las Mercedes, nuestro corregimiento más grande, y en Jericó, las placa huellas y puentes que se han finalizado con esos recursos son muestra de que la paz también se puede ver con cosas tangibles. Por ejemplo, Puente Hamacas (en Las Mercedes) es un apoyo para unir personas y desde lo simbólico también tiene un significado poderoso. Antes la gente no podía mover o bajar sus cosechas del monte, pero con este puente ya pueden transitar a pie o con sus motos. Y si lo extiendo a más cosas, puedo decir que es de las primeras veces que nos voltean a mirar en muchos años, antes al Estado no le interesaba en lo más mínimo cómo nos movíamos, cómo vivíamos o si nuestras tierras tenían títulos de propiedad. Estas obras son el primer paso para hacernos visibles.

¿Durante el posconflicto cómo han funcionado los convenios solidarios para adelantar obras de beneficio público en Sardinata?

Puedo hablar de los últimos dos años. En 2020 se realizaron 47 convenios solidarios en los que nos ayudaron a optimizar recursos para seguir trabajando por las comunidades. En 2021 llevamos 48 convenios que han impulsado las ilusiones de los corregimientos de aquí y han generado mayor confianza para tener una tierra próspera. Por ejemplo, eso sirvió para consolidar títulos de propiedad en el parque principal y en el mercado central del municipio. Poco a poco vamos creciendo, aunque desde siempre hemos pedido que los recursos para proyectos en los que intervengan mano de obra no calificada o que sean de instancia local cuenten con más recursos, porque nos quedamos cortos para muchas cosas que son básicas.

¿Acaso cuánto es el techo presupuestal que tienen para estos convenios tripartitos?

Nos dan un tope máximo de $25.400.000 y hay obras que superan estos valores. Ojalá los organismos de control le pongan el ojo a los montos de estas obras a nivel nacional para que se considere un aumento. No todo puede ser buena voluntad de la gente y la mano de obra no calificada, claro que agradecemos los esfuerzos, pero siempre hay espacios de mejora.

(Lea: “Los proyectos tripartitos son una clave para fortalecer los sentimientos de paz”)

Además de temas presupuestales, ¿qué otras dificultades han tenido para ejecutar las obras PDET en los corregimientos de Sardinata?

La pandemia, sin duda, frenó todo, pero digamos que no nos podemos lamentar de eso de sobremanera, porque ese virus nos atacó a todos. Lo que es diferencial y que nos sigue doliendo, fueron las situaciones de orden público que vivimos en 2020. Cerca de 243 personas fueron desplazadas de cuatro corregimientos y eso, si bien no incidió directamente en el trasegar de las obras, se notaba el ánimo golpeado de la gente. Sabemos que necesitamos esas placa huellas y puentes, pero tampoco desconocemos que esos proyectos no esconden crisis humanitarias que de a poco hemos venido superando juntos como pueblo. Hay peligro latente con minas y de vez en cuando una que otra amenaza. En ese sentido, hemos avanzado a la par de la crisis por los violentos.

Frente a esto, ¿cuál ha sido la respuesta de las autoridades departamentales y nacionales?

Ese sí lo pongo recientemente como un punto alto. Nos sentimos más protegidos en las etapas de finalización de las obras, porque con su acompañamiento nos sirvió de muestra de que ya hay un interés nacional para que avancemos con obras, pero que al mismo tiempo nos sintamos tranquilos. No es solo pie de fuerza militar, sino que han hecho intervenciones sociales para recuperar el tejido social y que no sintamos temor. Por ejemplo, las recuperaciones de los parques han sido claves.

¿Cuál es la sensación general de ver que estos proyectos tripartitos fueron finalizados con éxito en Sardinata?

Estos convenios nos están devolviendo la confianza que se quiso llevar la guerra. No hay palabras para agradecer a PDET y a Colombia Transforma por acercarse a la gente de esta forma. Nos ven capaces de hacer mucho por nuestro territorio y no fallamos cuando ponemos las manos en la obra. Hay cosas por mejorar, como ya dije, pero este es el camino.

La alcaldía de Sardinata ha encontrado en los convenios solidarios una herramienta efectiva para la ejecución de proyectos de infraestructura en zona rural. Colombia Transforma es un programa de USAID que apoya a la alcaldía en la implementación de algunos de estos proyectos.

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