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Luego de casi dos meses de la suspensión de los diálogos de paz entre el Gobierno Nacional y la guerrilla del ELN, la delegación del Ejecutivo en la mesa convocó a un congreso por la paz el próximo 5 de abril, en Bogotá.
Según explicó el senador Iván Cepeda, quien hace parte del equipo negociador del Gobierno en el proceso, el evento surge “por la crisis que hay en materia de implementación del Acuerdo de Paz de 2016, por la situación crítica que viven las mesas de diálogo, por la situación que hay en muchos territorios en donde los enfrentamientos de grupos armados le causan un gravísimo daño a la población civil”.
Vale recordar que el presidente Gustavo Petro ordenó suspender el proceso con el ELN el pasado 17 de enero, debido a una serie de hechos de violencia en la región del Catatumbo, Norte de Santander, que generaron la mayor crisis humanitaria en 28 años, con más de 50.000 personas desplazas y al menos 70 asesinatos.
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Se buscaría la creación de un movimiento nacional de paz
El senador Cepeda indicó que la idea del congreso por la paz es que cuente con la participación de amplios sectores de la sociedad civil: organizaciones, redes, plataformas, movimientos sociales, instituciones, sectores políticos, económicos y sociales.
Cepeda añadió: “Queremos consultar, escuchar, reflexionar juntos con estas organizaciones y personalidades, y buscar la posibilidad de crear un movimiento nacional de paz, y avanzar en esa perspectiva que es un clamor en los territorios, de las comunidades que están sufriendo la violencia”.
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El mensaje de la delegación de paz del Gobierno
La delegación del Ejecutivo en los diálogos con el ELN publicó un comunicado en el que invita al congreso.
“La paz sigue siendo uno de nuestros mayores anhelos y retos como sociedad. Por esta razón siempre será necesario dejar abierta la posibilidad de las vías pacíficas de búsqueda de la paz en todos sus procesos y niveles. Esto, a pesar de los intentos de frustrar la implementación exitosa del Acuerdo de Paz de 2016, la confrontación entre grupos armados que afecta gravemente a la población en algunas regiones y territorios, la afectación de las mesas de diálogo, así como la generación en la sociedad de incertidumbre y desconfianza sobre la posibilidad de salir de la violencia por la vía del diálogo”, se lee en el documento.
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La delegación plantea que, pese al estancamiento del proceso con la guerrilla del ELN, “no está suspendido hacer de la paz camino de construcción, de transformaciones y de superación de violencias”, como lo han pedido algunos sectores de la sociedad.
“La paz está en las mesas de diálogo con los actores armados. Pero también está en las comunidades, las organizaciones, las agrupaciones, las instituciones, el territorio. Está en la resistencia civil en la esperanza y energía de la movilización de la juventud, en la coherencia de quienes han firmado los acuerdos de paz en la voz de las madres que persisten en la búsqueda de la justicia, en los liderazgos comunitarios que resisten en medio de la violencia”, afirma la delegación en el comunicado.