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Desde este jueves y en el marco de un nuevo plan piloto, los bares, gastrobares y discotecas en Cali están autorizados para vender licor a sus clientes. Sin embargo, según anunciaron desde la Alcaldía, seguirán restringidas las pistas de baile para “garantizar los protocolos de aislamiento entre las personas”.
A su vez, conforme se vayan puliendo los detalles del piloto, los establecimientos solo tendrán permitido atender hasta la 1:00 a.m. y en cada mesa no podrá haber más de seis personas.
“No se podrán hacer intercambios de artículos como copas o vasos con las personas de otras mesas y el uso de tapabocas es obligatorio”, dijo Carlos Rojas, secretario de Seguridad de Cali.
En términos laborales, según calculan desde el despacho de Jorge Iván Ospina, la reapertura gradual de este sector le devolvería su empleo a más de 20.000 personas.
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El regreso de los bares con su venta de licor también representará mayores controles por parte de la Policía. Tatiana Zambrano, subsecretaria de Desarrollo Económico de Cali, asegura que cerca de los más de 1.400 bares, discotecas y gastrobares que hay en la ciudad habrá controles de alcoholemia, que estarán articulados con un seguimiento de la secretaría de Movilidad.
Sobre esto, el jefe de la cartera de Movilidad, William Vallejo sostiene que “haremos controles de alcoholemia, de estacionamiento en vía, además haremos un monitoreo y regulación para garantizar la movilidad de los caleños en los sitios de mayor afluencia de personas este fin de semana”.
En lo referente a temas logísticos, será obligatorio que las personas que deseen asistir a estos lugares realicen una reserva previa con el fin de evitar filas y aglomeraciones.
El alcalde Ospina sugiere que el fin de semana de Amor y Amistad permitirá medir qué tan viable es que las restricciones dentro de este plan piloto se levanten lo antes posible en la ciudad.