Con globos, banderas y vestidos de blanco, habitantes del sector de Potrerito en Jamundí, así como estudiantes de un colegio en el sur de Cali, salieron a protestar por la liberación del niño de once años que el pasado fin de semana fue raptado en su vivienda.
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La zozobra prima entre los llamados que exigen la liberación del menor de edad, debido a que la familia ha señalado que no ha sido víctima de amenazas, así como, pasados cuatro días, ningún grupo se ha atribuido el secuestro, ni se ha recibido información del niño.
“De acuerdo a la entrevista que nosotros realizamos con los padres, ellos no tenían nada. No han recibido ninguna amenaza, ninguna extorsión, pero por las circunstancias ocurrieron los hechos, entendemos que es un secuestro con este fin”, explicó a Blu Radio el general Carlos Oviedo, comandante de la Policía de Cali.
Sumado a esto, la gobernadora del Valle, Dilian Francisca Toro, aseguró que además de los operativos de búsqueda que realiza Ejército, Policía y Fiscalía, se han activado acciones con organismos como la Defensoría del Pueblo y la ONU para mediar y acompañar la búsqueda del niño.
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Asimismo, la mandataria aseguró a La W que dentro de los detalles que entregó la empleada que fue llevada con el niño y que posteriormente fue liberada, está que el menor de edad fue llevado con los ojos vendados y agachado, cuando los apartaron.
“Hasta ahora no se sabe absolutamente nada. Yo creo que ha sido lo peor que han hecho los delincuentes que es secuestrar a un menor, además que entraron varias personas a una unidad residencial en Potrerito. Nosotros estamos exigiendo la liberación del niño, porque es una flagrante vulneración de los Derechos Humanos”.
Mientras que miembros del colegio en el que estudia el niño, en el sur de Cali, hicieron un plantón y un homenaje sobre su pupitre del menor de edad, en el corregimiento de Potrerito, los habitantes y allegados realizaron una marcha en Cañas Gordas exigiendo la pronta liberación del niño. La familia pidió a los captores mediar para su liberación.