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A pesar de las medidas de toque de queda y ley seca entre las 9:00 p.m. y las 6:00 a.m., la Policía Metropolitana de Cali sorprendió y desarmó 376 fiestas clandestinas, a lo largo del fin de semana.
El balance final por parte de las autoridades fue la intervención de 116 fiestas que se realizaron en la calle y 260 más al interior de viviendas familiares.
Una de las preocupaciones fue a raíz de múltiples llamadas provenientes desde el barrio Ciudad Jardín, donde fueron halladas nueve personas, en su mayoría menores de edad, bajo los efectos del alcohol.
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Guillermo Londoño, subsecretario de Política de Seguridad de la ciudad dio los pormenores de los operativos de la Policía y agregó que al momento de llegar a intervenir las fiestas, los ciudadanos actuaron “agresivamente contra los servidores públicos, pero nosotros estamos actuando en el marco del derecho y con todas las garantías constitucionales que un procedimientos como este requiere”.
A este panorama de fiestas se le sumó las atenciones a riñas, que ascendieron los 4.000 llamados por parte de la ciudadanía. En total, estos hechos dejaron un saldo de 550 comparendos por violación de las medidas sanitarias.
Carlos Rojas, secretario de Seguridad de Cali, hizo un llamado a la ciudadanía para obedecer las normas de la cuarentena y así no colapsar los servicios de salud, a semanas de que se llegue a un primer pico de contagios, según las autoridades locales.
“Continuamos con la ley seca hasta el 31 de julio, se prohíbe el expendio de licor y el consumo del mismo en espacio público. Vamos con un toque de queda cuyo horario es de 10:00 p.m. a 5:00 a.m., es un toque de queda que busca a toda costa resguardar las familias”, agregó Rojas.