Esta semana el Concejo de Cali aprobó el proyecto de acuerdo 180 con el que la alcaldía busca salvar el sistema de transporte MIO, que hoy tiene un déficit por encima de los $80.000 millones. El plan es invertir en una flota de menor costo operativo y asegurar recursos de vigencias futuras para garantizar la sobrevivencia de un nuevo sistema, que integraría diferentes modelos de movilidad.
Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO
¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar
Lea: No solo es el déficit: los problemas de los sistemas de transporte en el país
La alcaldía lo denomina Sistema Inteligente e Integrado de Transporte Público (SIITP) que incluiría, además de la red del MIO, buses colectivos, gualas y el futuro tren de cercanías. “Lo que queremos es satisfacer al usuario, que se sienta bien atendido, que se mejoren las frecuencias y la operación”, indicó Óscar Ortiz, presidente de Metrocali.
Para esto se comprometieron las vigencias futuras de la sobretasa a la gasolina hasta 2045, es decir, alrededor de $1,3 billones que se destinarán principalmente al MIO y en un pequeño porcentaje a la recuperación de la malla vial. Junto a esto, el cabildo aprobó el uso de otras fuentes de financiación como la explotación publicitaria en estaciones y terminales, así como el cobro por parqueo en vía para conseguir recursos.
Esto se hace porque el problema es grave. Durante pandemia, de acuerdo con cifras de Metrocali, los usuarios del sistema pasaron de 435.000 a 220.000, a lo que se sumaron las consecuencias del Paro nacional de 2021, que dejó el 90% de la estructura del MIO afectadas.
“Este comportamiento de los ciudadanos, que afecto principalmente al sistema de transporte masivo, trajo consigo graves consecuencias, como la demanda de cero usuarios en los primeros 13 días de mayo a lograr una recuperación del 65% consolidada a noviembre del 2022″, señaló en su momento Metrocali.
A esto se le suma el déficit tarifario. Los sistemas de transporte manejas dos tarifas: la que paga el usuario en el pasaje y la técnica, que es el valor real que cuesta movilizar a una persona. La brecha entre ambas la cubre el gobierno local a través del Fesde (Fondo de Estabilización y Subsidio a la Demanda), que debido a lo antes mencionado hoy cubre alrededor del 50 % de los costos de operación.
“El sistema de transporte masivo transita sobre una crisis. La pandemia y el paro nos afectó y hoy el gobierno local no tiene los recursos para atender ese subsidio que requiere el sistema de transporte masivo”, indicó Ortiz.
Pero ahí no para todo. Las cuatro empresas que encargadas de la operación del MIO (Blanco y Negro, ETM, GIT Masivo y Unimetro) se han visto afectadas por la millonaria deuda del sistema, tanto en la operación como en el mantenimiento de buses y pago a trabajadores, por lo que a lo largo del año pasado interpusieron demandas por desequilibrio económico y han ganado hasta tribunales de arbitramento por los retrasos en los pagos. Pese a ello, esto no evitó que a final de año Unimetro se declara en bancarrota y saliera de operación.
Esto ha afectado el servicio. Ante la falta de mantenimiento, se ha reducido la flota y con ello el número de empleados y la frecuencia de las rutas. En un estimado de Metrocali se habla de que Unimetro tenía a cargo 164 buses, que ya no operan, mientras que los otros tres operadores deberían tener rodando 661, de los cuales hoy están en servicio alrededor de 500.
A esto se suman denuncias como las del concejal Roberto Ortiz, quien ha advertido que en uno de los patios del MIO permanecen 200 buses que no están en operación y que “están deteriorándose y en el olvido”. Por lo que cuestiona que ahora se hable de comprar una nueva flota.
Desde la ciudadanía también ha habido una reacción. “Desaparecieron rutas y para colmo los fines de semana no hay transporte”, indicó Tatiana, una usuaria que indicó a este medio el año pasado que prefirió pasarse al transporte ilegal, dado que la ruta que utilizaba podría llegar a demorarse hasta una hora en pasar.
Como ella son varios los que se bajaron del MIO y no solo por la incertidumbre de los horarios. A esto se le suma la inseguridad y hasta los tiempos, ya que en muchos casos las rutas no llegan a los principales destinos de los usuarios, lo que los obliga a optar por otros medios y por eso muchos prefieren pagar hasta $8.000 en un carro particular, que los cerca de $2.700 que cuesta el pasaje del MIO.
Lo que viene
Por estas condiciones, el plan del Distrito no tuvo mucha oposición. Con 14 votos a favor y cinco en contra, el Concejo aprobó comprometer los recursos futuros que obtendrá la ciudad de la sobretasa a la gasolina hasta 2045, dejando en claro que el dinero se invertirá en infraestructura física, nuevas tecnologías de recaudo, buses y estrategias para garantizar la sostenibilidad.
Además, la alcaldía aseguró que se están haciendo acuerdos con los operadores para pagar las deudas a los operadores y reformar los acuerdos que existen, sin embargo, esto no termina de convencer a muchos concejales, que cuestionan el alcance que tenga la alcaldía que termina este año.
“Urge que tanto el gobierno distrital como los actuales concesionarios pongan sobre la mesa los escenarios que lleven a la reestructuración de los contratos y generar nuevas condiciones que favorezcan a los usuarios del sistema de transporte masivo”, indicó a medios locales el concejal Carlos Andrés Arias (La U)
Por su parte, Ana Erazo (Polo) cuestionó durante el debate en plenaria la destinación de los recursos, ya que no se presentaron estudios para la reestructuración, así como cuestionó el papel de los operadores, de quienes asegura deben responder por las ineficiencias en la operación del sistema.
Sin duda, además de pagar las deudas, una de las principales prioridades será hacerle frente al transporte ilegal que opera con fuerza en el oriente, centro y sur de Cali y que, de acuerdo con estimaciones de organizaciones como el Observatorio Ciudadano de Movilidad, contaría con alrededor de 6.000 vehículos que operan bajo el mando de por lo menos 27 empresas organizadas.
Sobre la aprobación del acuerdo, María Isabel Ulloa, directora de Propacífico, manifiesta que “se dio un paso importante para la sostenibilidad del MIO. Aunque el Concejo dio claridad sobre en que se van a gastar los $1,3 billones, pensamos que pudimos tener muchísimo más detalle, ni se dejó estipulado que el MIO es eje estructural de Cali. Ya las cartas están echadas, ahora le queda al Concejo y a todos los ciudadanos hacerle seguimiento a la inversión de los recursos y garanticen la seguridad del MIO”.