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Delincuentes robaron varias piezas religiosas de la capilla del Albergue Señor de los Milagros en Palmira, Valle del Cauca. El hecho fue denunciado por el padre Arturo Arrieta, director de la Pastoral Social de la Diócesis y administrador del lugar. Los responsables se llevaron los cuadros del viacrucis y, según el sacerdote, posteriormente pidieron dinero para devolverlos.
“Sí, no es mentira. En un inicio, cuando se robaron el viacrucis, alguien se acercó a mí para decirme que, si le daba tanto, pues rescataba los cuadros”, relató el padre Arrieta a Caracol Radio.
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El albergue atiende a más de 70 adultos mayores de escasos recursos, quienes reciben alimentación, atención en salud y cuidado permanente. La capilla, anexa a las instalaciones, es un espacio de oración y celebración eucarística para los residentes y la comunidad.
Las imágenes robadas no tienen un alto valor económico, pero su pérdida ha causado dolor por su significado. “Lo que más vale de esos cuadros es el marco de madera que es antiguo, pero sobre todo la carga religiosa y espiritual que representa”, explicó el sacerdote.
El lugar cuenta con cámaras de seguridad, y parte del hurto quedó grabado. Arrieta informó que una de las personas intentó tapar una cámara sin saber que había otra, lo que permitió identificar parcialmente a los responsables. El video ya fue entregado a las autoridades.
La Policía y la Secretaría de Seguridad de Palmira tienen conocimiento del caso y adelantan las investigaciones. Por el momento no se han reportado capturas.
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El albergue, ubicado en la salida hacia Pradera, cerca del batallón, enfrenta dificultades económicas para sostener sus servicios. “Día tras día necesitamos insumos para su alimentación y su sostenimiento, temas de aseo y cambios que estamos haciendo en la infraestructura, porque un espacio como estos tiene que estar adecuado para personas que ya casi no se sostienen”, indicó Arrieta.
En un video difundido por redes sociales, Arrieta lamentó que un espacio que presta servicio a los más vulnerables sea blanco de delincuencia. Recordó que el albergue fue asumido por la Pastoral Social por encargo del obispo y que han intentado recuperarlo con el apoyo de la comunidad y algunas instituciones.
También hizo un llamado a los responsables: “Si es por alguna necesidad de hambre, pues es mejor que nos lo hagan saber para ayudarles; si es por una situación de drogadicción, invitarlos a que el Señor siempre está esperando para que nosotros cambiemos y transformemos, y si es por sencillo ocio pues que la ley y la justicia haga lo propio”.