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Por siete décadas los rieles que movían los vagones del tren por el corazón de Colombia fueron una parte más del paisaje. Las estaciones, junto con el resto de la infraestructura ferroviaria, dejó de ser la principal vía de transporte en el país y pasó a ser una construcción obsoleta. Hasta esta semana, cuando la Gobernación de Cundinamarca anunció la publicación oficial del Conpes 4171, el documento que destina COP $14.5 billones de recursos de la Nación y el departamento a la construcción de lo que se denomina la apuesta de trenes más ambiciosa en la historia de Colombia.
El Espectador entrevistó a Orlando Cely, gerente de la Empresa Férrea de Cundinamarca, y quien estuvo durante meses junto con el gobernador, Jorge Emilio Rey, frente a la aprobación del proyecto, que conectará a través de rieles a Zipaquirá, Cajicá, Chía y Bogotá y beneficiará al menos a un millón de personas del departamento y el norte de la capital.
Cely, que también ha liderado el Regiotram de Occidente, asegura que la aprobación del Conpes demuestra que sí es posible llegar a consensos y que, por difícil que sea, también es factible que Colombia vuelva a transportarse masivamente en tren gracias al ejemplo que han dado con este proyecto.
¿Qué representa la aprobación del Conpes para el sistema Regiotram del Norte?
Es un logro inmenso haber logrado este Conpes y el financiamiento. Estamos hablando de la segunda línea de trenes regionales en Cundinamarca, lo que indica que ya no será una única alternativa, como el Regiotram de Occidente, sino que se complementará con la oferta en el norte. Estamos consolidando esa red ferroviaria que hemos soñado por tantos años en Bogotá y Cundinamarca. Automáticamente adquirimos una mayor visibilidad, pues es una apuesta de movilidad masiva que transportará, en promedio, 187.000 personas a diario; funcionará con energía eléctrica, y volverá a movilizar a los ciudadanos en tren.
Hoy viajar desde los municipios del norte a Bogotá tarda casi dos horas ¿Cómo un sistema ferroviario puede transformar la vida de miles de ciudadanos?
Está demostrado que cada vez hay más conexiones entre Bogotá y estos municipios del norte. En estos lugares de la sabana hemos detectado que aumentan las necesidades de las personas que viven en Bogotá y deben ir al norte y viceversa, tanto por trabajo, vivienda, educación e incluso en industria. La industria, que hoy se está localizada en las afueras de Bogotá, específicamente en la sabana, no solo contrata personas de la región, también busca profesionales de Bogotá. Lo mismo sucede con las universidades, que continúan buscando construir sus campus en esas zonas.
¿Qué concluimos? Que este proyecto no es más que la respuesta a una necesidad, no solo de transporte, sino de calidad de vida. Hoy celebramos esta decisión, pues le invertimos toda la energía y como conclusión no solo tendremos la reactivación ferroviaria en Cundinamarca, sino la coordinación que se logró entre la Gobernación y el Gobierno Nacional.
El Conpes establece que a diario se movilizan cerca de 200.000 vehículos entre Bogotá y los municipios norte, pero el Regiotram logrará movilizar a una gran parte de ellos y logrará un beneficio de un millón de personas.
El departamento tendrá en una década dos proyectos ferroviarios, amigable con el medio ambiente ¿Lograr estos dos avances marcará la pauta del transporte masivo en Colombia de aquí en adelante?
Son apuestas que están proyectadas a funcionar con eficiencia. Nuestro objetivo es liderar esta transformación para ofrecer mejoras en movilidad, en problemáticas tan complejas como los trancones, viajes de larga o media distancia en todo el país. Nosotros siempre hemos defendido, junto al gobernador de Cundinamarca, Jorge Rey, que nos estamos convirtiendo en referentes nacionales para demostrar que esta reactivación sí es posible, no solo en el departamento, sino en el resto de Colombia.
La inversión es lo más importante en este tipo de proyectos. ¿Cómo se distribuyen estos dineros y qué le corresponde a cada quién?
El proyecto tiene un costo total de COP 15,4 billones, de los cuales COP 12,2 los colocó el Gobierno Nacional. Nosotros como Gobernación de Cundinamarca destinamos COP 3,2 billones. Es la inversión más grande, por lejos, que se ha hecho en el departamento y para lograrlo organizamos todas las finanzas para cumplir nuestro objetivo. En cuanto al mensaje que deja este proyecto: se demuestra que el Gobierno se alineó con nuestros intereses de transportes sostenibles, limpios y ferroviarios.
