
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Una mina subterránea de carbón que operaba de manera mecanizada y sin permisos fue sorprendida en flagrancia en la vereda Pueblo Viejo, zona rural del municipio de Cucunubá. En el sitio se realizaban labores de extracción fuera del área autorizada en el título minero y se habían instalado estructuras como campamentos, casetas, malacate y patios de descargue, sobre un terreno de aproximadamente 0,36 hectáreas.
Le puede interesar: Comandante de Bomberos de Mesitas desapareció al intentar salvar una niña
El operativo fue desarrollado por la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), en conjunto con el Ejército Nacional, la Fuerza Aeroespacial Colombiana y la Policía Nacional. Durante la inspección, los técnicos constataron que la explotación carecía de licencia ambiental y que la bocamina estaba ubicada por fuera de la zona amparada por el título legalmente otorgado.
En el lugar también se halló un cuarto donde se almacenaban residuos peligrosos —aceites usados, sólidos impregnados con hidrocarburos y desechos electrónicos (RAEE)— mezclados con residuos ordinarios, una práctica que puede generar contaminación cruzada y daños severos al suelo y las fuentes de agua cercanas. Según los expertos, los aceites usados alteran la estructura y permeabilidad del terreno, reducen su fertilidad y pueden infiltrar sustancias tóxicas que afectan la calidad del agua.
Ante las irregularidades, la autoridad ambiental ordenó la suspensión inmediata de las actividades mineras mientras se adelantan estudios para determinar el alcance del daño y posibles sanciones adicionales.
Aunque el caso representa una nueva acción institucional frente a la minería ilegal en Cundinamarca, la situación en Cucunubá refleja un problema de fondo: la persistencia de explotaciones informales en una región donde el carbón continúa siendo fuente de sustento, pero también de impactos ambientales y legales que aún no logran resolverse del todo.
Para conocer más noticias de la capital y Cundinamarca, visite la sección Bogotá de El Espectador.
