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Defender el ambiente y avanzar por los derechos campesinos

Con una agenda ambiental y comunitaria, la Asociación Campesina y Ambiental de Losada Guayabero le ha apostado en las últimas décadas al reconocimiento de los derechos campesinos en Meta. Hoy, con el reconocimiento oficial de la Zona de Reserva Campesina por las entidades agrarias, busca incorporar nuevas iniciativas para el desarrollo de la región.

Ana María Malagón-Pérez*
12 de agosto de 2023 - 02:00 p. m.
Defender el ambiente y avanzar por los derechos campesinos
Defender el ambiente y avanzar por los derechos campesinos
Foto: Cortesía

La primera línea (transporte colectivo en la región) y la única en la mañana salió a las 4:30 desde San Vicente del Caguán. El cálido amanecer nos permitió ver el paisaje del Norte del Caquetá, una mezcla de llanuras y montañas atravesadas por fincas campesinas. La vía, como la mayoría de aquellas que conectan las cabeceras urbanas con las zonas rurales, tenía incontables tramos en mal estado, excepto por aquellos aledaños a pozos petroleros.

Después de más de tres horas de camino llegamos a San Juan de Losada, una inspección que divide el departamento de Meta del Caquetá, rodeado por el río Losada desde su llegada. Esta es la puerta de la Asociación Campesina y Ambiental del Losada-Guayabero (ASCAL-G). Su patio, que sirve de locación para los talleres de formación y de espacio para los bazares de recolección de fondos, era a su vez el lugar de construcción de unos grandes andamios para arreglar un puente derrumbado durante la época de lluvias. En el fondo, como un recordatorio, se leía en un mural desgastado “Zona de Reserva Campesina Losada Guayabero”.

Como lo afirma el presidente de la organización, Elver Medina, ASCAL-G es una organización campesina del Meta, que tiene como objetivo la defensa del territorio, del ambiente y la participación comunitaria. Su forma de organización está basada en las Juntas de Acción Comunal veredales, las cuales conforman núcleos municipales. A su vez, realizan frecuentemente asambleas que determinan normas colectivas para la defensa del ambiente y la construcción de proyectos para quienes habitan la región. “Podemos decir que todos los servicios que se han adquirido para la comunidad han sido de forma colectiva y se han construido entre todos. Por ejemplo, si hablamos de las vías de acceso, todas nuestras carreteras las hemos hecho entre todos, hombres y mujeres de las distintas veredas, lo mismo que los puentes, alcantarillas y escuelas”.

Transformar el territorio para la vida

Fueron los primeros comités ambientales en el Losada, en 1995, los que dieron origen a la Asociación. Inicialmente, estos comités buscaron enfrentar la caza y frenar la deforestación que se venía dando por parte de algunas familias en la región. Como resultado, el 7 de agosto de 1996 la población campesina firmó unos acuerdos ambientales que incluyeron la prohibición de la cacería de especies como la danta, el armadillo trueno, el venado y el ave paujil. También se pactó la protección de los nacimientos de agua: no talar, ni quemar el bosque. Veintisiete años después, el camino de la ZRC es un avance más para la protección ambiental y social del territorio.

“La idea es que las generaciones que vengan encuentren algo que nosotros hemos podido conservar, que hemos podido dejar el legado de que podemos trabajar, pero también respetar normas para garantizar la vida en el territorio”, dice el Presidente de ASCAL-G.

El camino para que la ZRC sea una realidad

Una Zona de Reserva Campesina (ZRC) es un territorio delimitado, solicitado por familias campesinas a través de sus organizaciones para estimular la economía campesina, controlar la mega expansión de la propiedad en manos de pocas personas (latifundio) y proteger el ambiente. Aunque algunos sectores de la opinión pública intentan deslegitimar esta iniciativa legislada en 1994, esta apuesta busca acercar a las entidades del Estado con las necesidades del campesinado.

Para que una ZRC sea una realidad, se requiere que una organización campesina sea promotora de esta iniciativa, que vincule a quienes habitan en el territorio, presente un plan de desarrollo sostenible y un plan de manejo ambiental; y le entregue todo esto a la autoridad agraria encargada para sus respectivos ajustes y posterior aprobación. Aunque ASCAL-G cumplió con todos los requisitos, se financió con bazares y rifas para seguir los pasos, y en 2012 le entregó la solicitud al INCODER, entidad encargada en el momento de la aprobación de la ZRC, el proceso de constitución se congeló por más de una década.

Esta situación, común para otras dos organizaciones campesinas, llevó a que en diciembre de 2020 tres iniciativas de ZRC, con el apoyo de Dejusticia, presentaran una acción de tutela. Esta acción constitucional buscó que se reconociera que, aunque las organizaciones cumplieron con los requisitos en el tiempo adecuado y el Estado tiene obligaciones especiales con el campesinado, después de diez años seguían sin una decisión sobre estos territorios.

ASCAL-G, la organización campesina de Sumapaz y de Guejar Cafre triunfaron en la tutela. Este año la Corte Constitucional no sólo reconoció las fallas en el proceso de constitución de la ZRC, también destacó que las propuestas campesinas se deben cumplir. Adicionalmente, con la última decisión, la Corte recordó la importancia de avanzar en una ruta que reconozca territorios étnicos y campesinos, sin generar nuevos conflictos. De la mano del triunfo de la tutela, este año también se logró la constitución de la Zona de Reserva Campesina del Losada-Perdido.

Tras años de espera, ASCAL-G logró la constitución formal de parte de la zona pretendida. Hoy, los letreros puestos en 2014 en San Juan de Losada, doblados y algo oxidados por el tiempo, tienen por fin un respaldo oficial. En la propuesta inicial, ASCAL-G solicitó un área que iba del río Losada al Guayabero, pero por ahora su delimitación va hasta el río Perdido. Estos ajustes ocurrieron por la coexistencia de población campesina con el Parque Nacional Natural Tinigua y con el Pueblo Tinigua. Sin embargo, con la constitución, en los últimos meses han llegado a la región funcionarios y funcionarias de la Agencia Nacional de Tierras para avanzar con lo prometido.

“Lo que nosotros esperamos es poder avanzar con garantías, que haya toda la inversión que necesitamos para poder consolidar nuestro plan de desarrollo sostenible” presidente de ASCAL-G.

En la actualidad, la Asociación enfrenta los problemas propios de la desconexión, el conflicto armado, la desatención del Estado y los efectos de las políticas pensadas desde las capitales. En respuesta, ASCAL-G se ha encargado de cuidar a la juventud del territorio, proveer servicios, arreglar los puentes e impulsar estrategias de conservación ambiental. Su nueva meta: promover sus propuestas a través de las Zonas de Reserva Campesina (ZRC).

El futuro de la Zona de Reserva Campesina Losada-Guayabero

El Plan de Desarrollo Sostenible de la ZRC Losada Guayabero sigue en construcción y las mujeres y jóvenes tienen nuevas apuestas para él. Este documento, que es la hoja de ruta para cumplir con las expectativas de la población campesina, se está ampliando para responder a las necesidades de estas poblaciones. Las más mencionadas por las mujeres son la importancia del fortalecimiento de sus organizaciones y contar con programas propios para ellas.

Por su parte, los jóvenes han planteado los retos que deben superar las ZRC en la actualidad. Aunque en la ruralidad no se han resuelto problemas del siglo pasado, sin duda alguna no se puede seguir apostando al desarrollo agrario con un enfoque clásico. Es por esto que los jóvenes han incluido entre sus iniciativas la tecnificación, la mejora de las redes de internet, las formaciones en redes sociales, la promoción de alternativas de acceso para la educación superior, la importancia de programas de educación sexual y otras iniciativas. En el corto plazo, ASCAL-G continuará trabajando con la Agencia Nacional de Tierras para que la ZRC no quede en el papel.

Para que el Plan de Desarrollo Sostenible sea una realidad, no basta con el impulso del campesinado de la región. Esta iniciativa requiere del compromiso de las Alcaldías Municipales, de la Gobernación y de las entidades ambientales y agrarias. Además, como las propuestas de los jóvenes y las mujeres lo sugieren, se requiere que otras entidades cumplan sus obligaciones: Secretaría de Educación, Secretaría de la Mujer, Ministerio de las TIC, Ministerio de la Igualdad. Que las entidades trabajen conjuntamente para apoyar los reclamos campesinos no contribuye exclusivamente a la ZRC Losada Guayabero, también fortalece a las diez ZRC constituidas actualmente y las más de 20 que se ha propuesto constituir este gobierno en los siguientes años.

(*) Investigadora en asuntos rurales

(**) Este artículo hace parte del especial #TejidoVivo, producto de una alianza periodística entre el centro de estudios Dejusticia y El Espectador.

Por Ana María Malagón-Pérez*

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Luis(zotdc)12 de agosto de 2023 - 03:57 p. m.
Es reconfortante estén vivas este tipo de asociaciones y existan campesinos auténticos luchando por su tierra, la educación y crianza de sus hijos en valores y principios. Reciban todo nuestro apoyo
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