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“En Medellín no están acostumbrados a la disidencia política”: Diana Osorio

La gestora social de Medellín habla de su rol, de las críticas que ha recibido por sus pronunciamientos políticos y de una supuesta persecución política que, asegura, ha sufrido la administración de su esposo, el alcalde Daniel Quintero.

Laura C. Peralta Giraldo
04 de enero de 2023 - 11:52 p. m.
Diana Osorio, gestora social de Medellín, ha liderado iniciativas relacionadas con el emprendimiento empresarial antioqueño y la prevención del embarazo adolescente.
Diana Osorio, gestora social de Medellín, ha liderado iniciativas relacionadas con el emprendimiento empresarial antioqueño y la prevención del embarazo adolescente.
Foto: Mariano Vimos - Mariano Vimos

Cuando Daniel Quintero Calle se posesionó en 2020 como alcalde de Medellín, Diana Osorio, su esposa, expresó que más que llamarse primera dama, ostentaría la figura de gestora social durante la administración para sacar adelante iniciativas como la reducción de embarazo adolescente y la creación de la Secretaría de la No-Violencia. Han pasado tres años desde entonces y la pareja ha estado permanentemente en el centro de la discordia política de la capital paisa.

Lea: Alumbrados de Medellín: entre críticas y aplausos.

Mientras que Quintero Calle ha sido señalado por todas las orillas políticas como responsable de desestabilizar la ciudad, de descomponer las juntas directivas de entidades claves como EPM, de participar indebidamente en política electoral durante las elecciones presidenciales de 2022, promoviendo al entonces candidato Gustavo Petro, y hasta de merecer salir del cargo a través del mecanismo ciudadano de revocatoria, las críticas a su esposa no se quedan atrás.

Hace unas semanas, Osorio publicó un video en el que relacionó a 10 concejales con el uribismo -algunos sí pertenecían esa corriente, pero otros no- y sobre los que insinuó le estarían entregando a UNE un “regalo de Navidad” por tres billones de pesos. La grabación, que hizo en tono de burla, causó no solo rechazo, sino que trajo a colación la pregunta del concejal Daniel Duque (Alianza Verde): “¿Cuántos recursos públicos gastará la gestora social haciendo campaña sucia contra los concejales que impedimos que se mecatiaran a UNE?”.

En entrevista con El Espectador, Osorio responde a los cuestionamientos que le siguen cayendo encima por este tipo de actuaciones desde que es gestora social de Medellín. “Yo soy activista, de posiciones fuertes y la verdad sí soy un poquito ácida cuando escribo. Aún así, no digo todo lo que pienso ni escribo todo lo que creo”, dijo. También habla de si se le verá o no en las elecciones regionales de este año.

Existe un debate frente a cuál es el rol que debe cumplir una primera dama y qué tanto incide en las decisiones del mandatario, ¿cuál es su opinión en esta discusión?

El debate sobre el rol de las primeras damas es válido, pero la insinuación de que no hagan nada o enviarlas a las casas a realizar labores antiguas, no debe de ser una opción. El compañero o compañera de un gobernante va a incidir [en la política], el que diga que no, está mintiendo. Va a incidir porque es tu vida, tu proyecto de vida, el papá o mamá de tus hijos quien tiene que tomar unas decisiones que pueden poner en riesgo a la propia familia si no se manejan de forma adecuada. La pregunta es ¿la incidencia es pública o no es pública? Yo preferí hacerla pública y mostrarme de frente.

¿Por qué decidió hacerla pública?

Porque mi mensaje es para que las mujeres asuman condiciones de liderazgo, independiente de su posición. Además, quiero abrir camino para nuevos liderazgos femeninos. La gente ve con buenos ojos las candidaturas de mujeres. De hecho, yo le propuse a Daniel que la terna que se le presentara al presidente Iván Duque, cuando pasaba por el proceso de revocatoria, fuera de mujeres y eso fue un problema porque el Gobierno dijo que estábamos violando las cuotas de género.

Por otro lado, yo soy activista, de posiciones fuertes, un poquito ácida cuando escribo, aún así, no digo todo lo que pienso porque mi rol no es netamente de opinadora, por eso, trato de hacer un balance entre mi labor como gestora social y como mujer que tiene una posición política y eso a algunas personas les ha molestado.

Además de ser la primera dama de Medellín, es gestora social de la ciudad. ¿Qué destaca de su labor?

En Medellín he encontrado todo el apoyo de mi esposo para las iniciativas sociales que he logrado y he encontrado un gabinete dispuesto y colaborativo. La mayoría de cosas que he hecho como gestora social, parten de experiencias personales: Mi propuesta de un programa para corregimientos, “Hecho en Medellín”, “Llegarán tan lejos cómo tus palabras se lo digan”, “Cine por la vida”, “Donar es seguir viviendo”,”Yo decido cuándo”, la musicoterapia en el Hospital Infantil.

Hace poco los concejales de Medellín la criticaron por un video en el que usted asegura, ellos le dieron regalo de navidad a UNE Millicom, al no aprobar la venta de las acciones de EPM en esta empresa...

Yo no entendí por qué les chocó tanto el video, no miente, las cifras que se dicen ahí es lo que dejó de recibir Empresas Públicas de Medellín, de lo que buscaba que Tigo le pagara dejando de ser el socio bobo y no estoy incluyendo a concejales que no hayan votado. Las críticas decían “es que no es el papel de la primera dama”, pero de ese imaginario que hay de primera dama me salí hace rato.

Estamos hablando de un video ligero que no tiene mayor profundidad. Si quieren ponerse serios, entonces que digan por qué le entregaron eso a una empresa privada: $548 mil millones menos para la ciudad. ¿A quién van a desfinanciar con esa decisión? A la primera infancia, a las vías, al adulto mayor, al habitante de calle.

Otra de las críticas era que ese tipo de contenido genera más polarización en la ciudad, ¿cree que ha aumentado la polarización en Medellín?

Callar ante hechos que le generan detrimento a los ciudadanos no es una opción por evitar la polarización. La gente dice ‘polarización’, pero el control político y social que se hace es más importante. Es que en Medellín no están acostumbrados al pluralismo, a la disidencia política, a lidiar con el diferente y a encontrar una persona que no represente sus mismos intereses.

Hablan de polarización porque extrañan una unión y un silencio, que no es un síntoma democrático. A nosotros nos parecen muy buenas las críticas, que incluso rayan en nosotros con persecución. Ojalá se hiciera un análisis de lo que ha costado la persecución en nuestra administración.

¿Esa persecución tiene nombre?

Nosotros enfrentamos uno de los poderes económicos más grandes del país y a un poder político que era el más grande de Colombia porque tenía el Gobierno Nacional. Daniel ganó contra esos dos poderes: el uribismo y el Grupo Empresarial Antioqueño (GEA).

Este año se llevarán a cabo los comicios regionales, ¿está en sus planes lanzarse para algún cargo?

Tengo una posición política, me encanta la política, pero no me imagino como una, pues tiene unos retos y desafíos muy grandes en todos los términos: emocionales, psicológicos, físicos y no es algo que yo sueñe. Cuando pasa lo de Ale (Aleia, hija de Quintero y Osorio, quien fue diagnosticada con una enfermedad hepática) eso redefinió todos mis planes.

Yo sé que la política ayuda a cambiar miles de vida y creo que lo que hemos hecho desde el despacho, pero en mi plan no está dejar a mis hijas a un lado para poder dedicarme 100 % a un cargo público. Quiero terminar con muy buenas cifras y dejar un legado a los ciudadanos de Medellín.

Por parte de su esposo, Daniel Quintero, ¿cree que más tarde lo veremos como candidato a un cargo nacional?

Sin duda Daniel es una figura política nacional. Cuando vamos a recorridos a otros municipios se ve que no solo tiene un alto reconocimiento, sino cariño de la gente. Sin embargo, la lucha por la defensa de los recursos públicos de Medellín ha sido tan dura que yo pienso: Estamos terminando una maratón y hay que terminarla bien.

Hay una persecución en órganos de control, hacen lobby todo el tiempo para buscar sanciones, imputaciones, condenas, hay también riesgo a la vida, muchos desafíos para terminar. Entonces, lo primero que hay que pensar es en el compromiso que se hizo con la gente de Medellín y entregar una ciudad más pacífica, próspera, incluyente, igualitaria. Ese es nuestro primer reto y cuando terminemos este respondo cuáles son los planes que se vienen.

Laura C. Peralta Giraldo

Por Laura C. Peralta Giraldo

Periodista con enfoque de género y con interés en temas sociales, políticos y de paz. @LauraPeraltaGlperalta@elespectador.com

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