Una vez más concejales de Bucaramanga denunciaron irregularidades en contratos del Instituto de Salud de Bucaramanga, Isabu. Esta vez dieron a conocer que el Instituto contrató el alquiler de impresoras por el valor de $150 millones. El alcalde Juan Carlos Cárdenas manifestó que revisarán los contratos con las presuntas irregularidades.
“Mi instrucción siempre ha sido que no puede perderse un solo peso de los bumangueses. Agradezco el control político del Concejo y la veeduría ciudadana a la contratación pública. Siempre estaremos prestos a brindar información que genere confianza a toda la ciudadanía”, sostuvo el mandatario. Además, manifestó que los asesores de despacho María Juliana Acebedo y Pablo Felipe Robledo serán los encargados de revisar los contratos.
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Por su parte, Carlos Parra, uno de los concejales que ha hecho las denuncias, le manifestó a Blu Radio: “Nos parece que ese contrato tiene irregularidades, no entendemos cómo suscriben con la modalidad de invitación pública un contrato para solamente alquilar el servicio de impresoras, pero sin papel y tinta. Hasta el momento las directivas del ISABU no han respondido nuestras inquietudes. En esa entidad además como se recordará alquilaron un bafle de sonido por $70 millones”.
Ante las acusaciones hechas, el gerente del Isabu, Germán Gómez explicó el porqué del valor del alquiler de las impresoras. “Con respecto a las inquietudes del concejal, le haré llegar los contratos. Es importante recalcar que la contratación de las impresoras todo no es de este tercer trimestre, uno de los contratos es de octubre. Son 57 impresoras industriales, nosotros no colocamos la tinta. Hay un estudio de costos que se hizo, en el que se arrojó que sale más costoso comprar las impresoras industriales y hacerles mantenimiento, que alquilarlas”.
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Hace un mes, en medio de un debate de control político, los concejales Carlos Parra y Danovis Lozano habían denunciado otras irregularidades, entre las cuales estaban la contratación de medios de comunicación para servicios médicos y el alquiler de “un parlante con micrófono por seis meses” por el precio de $74 millones.