En medio de un operativo realizado en Garzón, en Huila, las autoridades capturaron a alias “Julio”, quien sería una de las personas involucradas en el asesinato de Ana María Caballero, quien fue hallada calcinada junto a su novio, en una fosa común en el municipio de Gigante, en el mismo departamento.
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Según indicaron las autoridades, la captura de Brandon Stiven Durán Cortés, alias Julio, se dio en medio de un operativo de la Novena Brigada del Ejército Nacional, con el apoyo del Gaula Militar Huila, de la Policía de Huila y el CTI de la Fiscalía.
“Al parecer, junto a un grupo delincuencial, venía azotando los departamentos de Huila, Caquetá y Putumayo con acciones delincuenciales como asesinatos selectivos y hurtos”, señaló el comandante de la Novena Brigada, coronel Henry Herrera Arenas,
Además, el sujeto era requerido por la justicia por delitos como homicidio y hurto calificado; concierto para delinquir; desaparición forzada; fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones, y fabricación, tráfico o porte de armas de fuego, municiones, de uso restringido, de uso privativo de las fuerzas armadas o explosivos.
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Ana María Caballero desapareció, en septiembre de 2023, luego de que viajó junto a su novio Ubardi Ávila a Neiva, donde iban a vender un carro que habían ofrecido por marketplace. Según han reconstruido las autoridades, la pareja habría sido obligada por cinco sujetos armados a cruzar la represa de El Quimbo en una lancha y luego a caminar por 30 minutos.
Aunque habrían logrado escapar, fueron recapturados y posteriormente desaparecidos. En abril de 2024, las autoridades encontraron una fosa con ocho cuerpos calcinados, entre los que estaban los restos de la pareja, pero solo hasta un año después confirmaron que los restos eran de la joven desaparecida. “Yo solo pido justicia por mi hija. No puede quedar impune lo que le hicieron“, dijo en su momento Mariluz Varón, madre de Ana María.
Poco después de que fue confirmado que los restos eran de Caballero, las autoridades capturaron a Óscar Leonardo Rojas Andrade y Deiner Alfonso Valencia Contreras, quienes, además de ser los propietarios de un laboratorio de Cocaína en un área aledaña a donde fueron encontrados los cuerpos, serían los responsables de los asesinatos, así como de otra serie de hechos cometidos por una banda delincuencial a la que pertenecerían.