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“Las ciudades han sido exitosas en generar riqueza, pero mucho menos en generar equidad”. La frase se escuchó hace un par de días de boca del director de ONU Hábitat, Joan Clos, encargado de promover mejores asentamientos para la humanidad, en la apertura del 7° Foro Urbano Mundial en Medellín. Sus palabras tienen mucho que ver con el informe de su entidad y el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) revelaron este martes, donde se hace evidente la preocupación por el hecho de que sean las élites quienes concentren la riqueza del planeta.
En las últimas décadas la humanidad aumentó su riqueza como nunca antes lo había hecho, desde 1990 a 2010, la pobreza pasó del 43% al 21% y la clase media abrazó a 500 millones de habitantes más. Sin embargo la desigualdad aumentó, como lo explicó Eduardo López Moreno, director de Investigación y Desarrollo de Capacidades de la Oficina Global de ONU Hábitat y uno de los autores del informe Construcción de Ciudades más Equitativas, presentado este martes en Medellín.
En el planeta, sólo el 0,5% más rico de la población mundial concentra el 35% de la riqueza. Por ello, López Moreno llama la atención en que la lucha contra la pobreza y la desigualdad son batallas que se libran en campos diferentes. El ejemplo más claro está en América Latina donde países como Brasil y Colombia a pesar de sus buenos resultados en desarrollo económico ocupan el primer y el tercer lugar en el escalafón de las naciones más desiguales de la región. Aunque es evidente que el crecimiento económico es un factor positivo para las ciudades, lo que señala la investigación es que los gobiernos necesitan políticas específicas para reducir la desigualdad.
América Latina: “El Everest de la desigualdad”
En nuestra región el 10% más rico se lleva el 40% de los ingresos, según explicó López “todos los países están con fiebre en el termómetro de la desigualdad”. La investigación analizó los datos de 300 ciudades en 18 países de América Latina desde 1990 hasta 2010. Junto a Costa Rica, Ecuador y República Dominicana, Colombia fue uno de los países que más aumentó su desigualdad durante el periodo evaluado. En América Latina tres de cada cuatro habitantes viven en ciudades que son más desiguales que hace 20 años.
¿Qué se puede hacer para reducir la tendencia de la desigualdad en la región más inequitativa del mundo? Para López, se trata de crear instituciones y leyes específicas que atiendan este tema. Además, tener en cuenta que el espacio urbano debe tener una planificación que no conduzca a generar la inequidad, es decir, que se reduzcan aquellas zonas de las ciudades donde se concentran sus ventajas como el espacio público o el acceso a centros culturales. Para Joan Clos, director de ONU Hábitat se debe comenzar por la generación de empleo formal.