Foto: Facebook Barco Hospital San Raffaele
“Las comunidades manifiestan que lo único no pueden resolver ellos dentro de la naturaleza es el acceso a servicios de salud”, así explica Ana Lucía López, co-fundadora y gerente del proyecto, el motivo por el que existe este barco. El recorrido que empezó este viernes es por el río Guajui en Guapi, Cauca. Allí pasarán por tres veredas: El Carmelo, San José de Guare y Limones Santa Rosa, para luego estar durante dos días en el casco urbano del municipio.
Para brindar atención médica a las cuatro comunidades caucanas, este primer viaje del Barco Hospital San Raffaele en lo que va del 2016 contará con el servicio de 25 profesionales de la salud. Esperan atender entre 2.500 y 3.000 personas en consulta general y en procedimientos de nivel dos como pediatría, ginecobstetricia, análisis de laboratorio.
Se espera también que se realicen 100 cirugías y atender dolencias como desnutrición, enfermedades respiratorias y enfermedades diarreicas agudas en niños, y en adultos hipertensión arterial y gastritis por mala alimentación, pues son estos los diagnósticos más comunes en cada viaje que han realizado.
La iniciativa la comenzó Diego Posso en 2003 cuando, con el apoyo del futbolista Iván Ramiro Córdoba, hizo un primer recorrido en el Pacífico, aunque aquella vez no fue en barco. Después de eso, conoció a Ana Lucía López y ambos fundaron el Barco Hospital San Raffaele. Entre el 2008 y el 2012 zarparon cada mes durante doce días en cada ocasión para prrestar servicio médico a las personas. Pero este barco casi naufraga por problemas de financiamiento.
Gracias a que Ana Lucía ganó en el 2014 el premio Mujeres Cafam el proyecto obtuvo de nuevo visibilidad. Minsalud decidió apoyarlo e instó a las EPS a que se aliaran con el barco. Esta alianza es importante, porque aunque son una organización sin ánimo de lucro así cubren los $100 millones que cuesta la operación del hospital. Además, pueden llegar a más pacientes, puesto que si un usuario va sin estar afiliado a una EPS, solo pueden atenderlo en consulta general. Los demás procedimientos no podrían cubrirlos.
Los profesionales de la salud que trabajan en el barco lo hacen como voluntarios. Esa es otra dificultad que cada mes deben sortear: conseguir el personal médico dispuesto a unirse a esta causa, con la exigencia de que siempre debe ir un pediatra, internista, ginecobstreta, un cirujano, un anestesiólogo, un equipo quirúrgico, un bacteriólogo, tres médicos generales, un odontólogo y 3 o 4 enfermeras jefes.
Este primer recorrido del 2016 terminará el próximo 26 de julio, pero buscan zarpar mensualmente. Por eso Ana Lucía López invita a todos los profesionales de la salud que quiera colaborar, a que lo hagan. Su labor, a fin de cuentas, permite que personas que lo necesitan, pero no tienen acceso, puedan ser atendidos y tratados a tiempo.
Por Redacción Nacional
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