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De tal madre... Una cocina en la clandestinidad

Con cenas clandestinas, Ana María Uribe y Miguel Ramírez encontraron en la cocina la forma de afrontar la crisis económica generada por la pandemia del COVID-19. Serie colombianos berracos.

Sandra Pino Bacca
01 de julio de 2021 - 07:07 p. m.
Ana María Uribe y Miguel Ramírez, creadores de De tal madre.
Ana María Uribe y Miguel Ramírez, creadores de De tal madre.
Foto: Cortesía

Un tributo a sus madres, a las madres del mundo que son en su mayoría las que nos enseñan a cocinar, a defendernos en la cocina a la hora de irnos del “hotel mamá” y buscar crear nuestra propia vida, nuestro llamado destino. Quizás sea la cocina y la mesa el lugar de nuestros hogares donde se debaten los máximos momentos de camaradería, compromisos maritales, negocios y charlas amenas. Es quizás en estos instantes donde se tejen los lazos más amorosos. De tal madre, nació de esos recuerdos formidables de esta pareja de esposos.

Ellos son Ana María Uribe (profesional en mercadeo y publicidad) y Miguel Ramírez, residente de obras de construcción (Diseñador industrial), quienes se vieron desnudos ante la crisis mundial y en medio del caos. comenzaron su propio negocio en su cocina, con sus ollas de siempre y los recursos más a la mano que encontraron. Armaron su recetario y “Pa delante porque pa atrás asustan”.

“De tal madre nace de una manera natural al dejarnos guiar por nuestra pasión y nuestros talentos, empezó con los amigos y conocidos queriendo que organizáramos eventos, cocináramos para ellos o les enseñáramos a cocinar. Adicionalmente nos dio una excusa para seguir aprendiendo y profesionalizarnos cada vez más. Algo que empezó como una actividad esporádica se volvió nuestro trabajo diario”.

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Hoy este par de socios de la vida, abrieron las puertas de su casa para ofrecer un servicio que ha resultado no solo delicioso al paladar si no a la calidez de departir. Atienden bajo reservas y lógicamente al ser su casa, hacen valer el derecho de admisión. Cenas clandestinas, es una nueva tendencia de laboratorios gourmet, que viene cada vez tomando más y más auge.

Está comprobado que no existe mayor publicidad, ni red social, que el famoso “boca a boca” y este fue el mejor medidor para ellos: “Al principio no teníamos claro a dónde podíamos llegar ni todo el potencial que el negocio tenía. Ha ido creciendo orgánicamente en cuanto a clientes y a diferentes actividades dentro del mismo concepto de “las experiencias memorables alrededor de la buena mesa”. Lo que inició con catering para eventos y cenas clandestinas hoy, y como consecuencia de la pandemia, se ha expandido a dictar talleres virtuales de gastronomía y coctelería, entregar a domicilio comida para celebraciones y comida congelada para aliviar la carga del día a día de nuestros clientes”.

Para ellos, es una balanza que solo busca equilibrar su pasión por el arte culinario con el del bienestar económico familiar. “Es duro no tener la estabilidad de un sueldo fijo y que de alguna manera todo lo que pasa depende de uno mismo por lo tanto cada día cuenta y se debe trabajar mucho, sin importar horario. Es muy satisfactorio cuando se ven los logros porque sabes que son realmente tuyos. En nuestro caso cuando recibimos retroalimentación positiva, repiten y nos recomiendan se nos llena el corazón de alegría al saber que nuestros clientes reciben nuestro trabajo con el mismo corazón con el que nosotros lo entregamos”.

De esta forma y teniendo en cuenta que en su casa no pueden albergar el mismo volumen de personas que en un restaurante, han decidido incorporar en sus servicios, productos para refrigerar. “En nuestro caso, De tal madre es nuestro único trabajo, por esto queremos continuar entregando delicias cocinadas con mucho amor y respeto por los ingredientes que es la base de todo. Complementar la oferta con productos que alivien la carga doméstica y sean fáciles de consumir en casa, como lomo salteado, lasaña, cerdo a la criolla, berenjenas parmesanas, tacos de panceta en salsa verde, salmón oriental, muslitos de pollo con champiñones, conservas, carnes preparadas, encurtidos y demás”.

los dos hacen un equipo que ha generado una línea amena al paladar. “La cocina del Pacífico se nos da bien por cuenta de la inmersión gastronómica que hicimos en 2019. Los encocados y arroces caldosos con pescados y mariscos. La paella la hemos logrado mejorar y gusta mucho. Y preparaciones de carnes al cilindro y al horno en cocción lenta también tienen buenas críticas. La torta de manzana crispy y la granola saludable hacen parte de nuestro sello”. Logrando que ese sello sea cada vez más legible entre los selectos grupos (Entre 16 y máximo 30 personas) que disfrutan de sus delicias, de jueves a sábado, entre 8 y 11 de la noche, pero para los grupos privados se acomodan a la necesidad del cliente.

Desde la clandestinidad de su cocina en el barrio El Chicó, ellos se codean con el concepto tradicional de restaurante. Los muchos cocineros que funcionan igual que ellos y las empleadas domésticas que cocinan para las familias y siguen siendo ese lujo que nos permitimos aún tener en Colombia, le proporcionan trabajo a cinco personas y avanzan en la creación de encurtidos, mermeladas y todo lo que permita conservación y refrigeración, sin dejar de lado lo más importante: “disfrutar de la buena mesa en familia”.

“La inspiración de la marca es el amor por las buenas prácticas en la cocina que nos enseñaron nuestras madres, el respeto por los ingredientes y las técnicas, de ahí resulta la inspiración de nuestra carta. Disfrutamos mucho yendo a la Plaza de Paloquemao y allí definimos buena parte de nuestra propuesta gastronómica. Dejamos que los ingredientes manden, lo que está en cosecha y en estado óptimo es lo que escogemos para diseñar nuestra carta”. Todo funciona bajo pedido y pagos anticipados, con el fin de no desperdiciar producción y mano de obra, como también asegurar la rentabilidad económica de la familia: “En cuanto a los congelados publicamos el menú los domingos por la noche y empezamos a tomar pedidos para entregar los jueves en la tarde”.

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Entre semana se dedican a sus talleres y a atender otro tipo de servicios. “Ofrecemos servicio de catering para eventos, al igual que la línea de congelados que se envían a domicilio. Nuestras cajas de desayuno, brunch o tapeo son muy apropiadas para sesiones de trabajo en las empresas y esto se complementa con la oferta de talleres virtuales de coctelería, tapas, arroces, pastas y varios más que nos permiten llevar a De tal madre más allá de nuestros muros”.

De sol a sol y sin importar que no les quede por ahora un día de descanso, se han apasionado en la búsqueda y mezcla de sabores y texturas que enamoren a sus comensales: “La comida es el resultado de la técnica aplicada a los ingredientes. La mejor comida es el resultado de la mejor técnica aplicada a los mejores ingredientes. ¿Cómo se puede catalogar un plato con ingredientes colombianos y técnicas españolas, francesas o mexicanas? Para no entrar en esas definiciones preferimos dejar que el comensal experimente nuestra propuesta sin pretensiones o encuadres. Somos colombianos, trabajamos con proveedores locales responsables y nos esforzamos por el tratamiento de los ingredientes aplicando la técnica que consideramos que exalta sus características de la mejor manera”.

Reservas y pedidos por WhatsApp al 3156590436. Redes sociales: @detalmadre

Por Sandra Pino Bacca

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