Desde hace un año, 17 valientes mujeres de Tumaco se reúnen para cantarle al país y a sus familiares víctimas de la guerra. La mayoría de ellas tienen a sus esposos o hijos desaparecidos. El canto es su forma de exorcizar el dolor, un grito de resistencia en contra de los violentos y del abandono estatal que padece esa región de Nariño en el Pacífico colombiano.