En la noche de este viernes, en Palmira, Valle del Cauca, manifestantes que se movilizaban en contra de la muerte de Juliana Giraldo, a manos de un uniformado del Ejército, pusieron un material pesado sobre el monumento al Soldado ubicado en el Batallón Agustín Codazzi, produciendo la caída de este.
Algunos usuarios de Twitter indicaron que, al parecer, la estatua “era un maniquí cubierto con otro material”, situación que produjo su caída. “En ningún momento fue derrumbada, personas inescrupulosas aprovecharon y pintaron la imagen una vez cayera”, se lee en un trino de @juanoradio.
#Palmira se cayó la estatua ubicada frente al Batallón Agustín Codazzi, la cual indican era un maniqui recubierto con otro material.
— Juano Radio Sistema Informativo (@juanoradio) September 26, 2020
En ningún momento la estatua fue derrumbada; personas inescrupulosas aprovecharon y pintaron la imagen, una vez cayera.@NoticiasValle pic.twitter.com/lEJdGLNE7s
A lo que se refiere es a la consigna “Asesinos Juliana” que se leyó sobre la estructura donde se erigía la estatua. Sin embargo, otros usuarios indicaron que fue derribada en medio del reclamo de la ciudadanía que sale a las calles para criticar los símbolos y monumentos que “celebre la institucionalidad de la muerte”.
25 de Septiembre.
— Camilo Álvarez B (@CamiloAlvarezB) September 26, 2020
Palmira.
La estatua al soldado fue derribada como protesta de indignación por el asesinato de Juliana Giraldo.
Una batalla sobre los símbolos se ha abierto, ni estatuas, ni lugares donde se célebre la institucionalidad de la muerte seguirán en pié. pic.twitter.com/r88GYcJa4p
No solo en Palmira, sino en diferentes ciudades del país, hombres y mujeres salieron a rechazar el asesinato de Juliana Giraldo, quien fue la única víctima mortal luego de que el vehículo en el que se movilizaba con su esposo y otras dos personas recibiera disparos por parte de un miembro del Ejército.
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Además de la caída del monumento al Soldado, el pasado 16 de septiembre, indígenas de la comunidad piurek en Popayán derribaron la estatua del conquistador Sebastián Belalcázar para “reivindicar la memoria de sus ancestros que fueron asesinados y esclavizados por las élites”, según escribió Martha Peralta, presidenta del partido étnico MAIS.
Tras este acto simbólico, como lo nombró la comunidad, decenas de ciudadanos de Popayán salieron en sus redes sociales atribuyéndose el acto, en apoyo a los indígenas y en rechazo a la alta recompensa que ofreció la Alcaldía de Popayán para dar con los responsables.
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