La violencia que se vive en Arauca debido a los enfrentamientos entre grupos armados ilegales está afectando a la población venezolana que vive en la frontera con Colombia. Según informó la Defensoría, los enfrentamientos que se han trasladado al país vecino, han provocado el desplazamiento forzado de familias venezolanas hacia Puerto Carreño, capital de Vichada.
De acuerdo con el ente de control, a la inspección de Aceitico llegaron seis familias venezolanas desplazadas el 11 de enero, mientras que la Defensoría han atendido 54 personas desplazadas y cerca de 150 indígenas sikuani, que conforman 30 familias, que están en las orillas del río Meta.
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“Estas personas llegaron a las oficinas de la Regional Vichada en búsqueda de protección y garantía de sus derechos. Nos informaron que van a llegar más familias desplazadas porque en territorio venezolano estas organizaciones ilegales estaban reclutando adolescentes y personas que tengan hasta 30 años, diciéndoles que si no estaban de acuerdo debían desalojar sus viviendas”, dijo el defensor, Carlos Camargo.
Ante este panorama, en Puerto Carreño se llevó a cabo un consejo extraordinario de seguridad donde se solicitaron acciones a las autoridades para proteger los derechos de las personas y familias vulneradas por la violencia, ya que desde marzo pasado, a través de una alerta temprana, se había advertido sobre el riesgo que podrían correr estas comunidades.
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El Defensor del Pueblo señaló que, al igual que en Arauca, en la comunidad fronteriza con el Vichada y entre los habitantes del lado fronterizo venezolano persiste el temor por las confrontaciones entre el Eln y las disidencias de las Farc, que luchan por el control del narcotráfico en la región.
El Eln tiene un pie de fuerza de unos 2.500 rebeldes, según el centro de estudios independiente Indepaz, mientras que por su parte, las disidencias de la Farc suman unos 5.200 combatientes sin mando unificado, la mayoría (85%) nuevos reclutas que nunca estuvieron en la extinta organización rebelde, según la misma fuente.
Previo a este hecho, unas 170 personas huyeron hacia Colombia en la primera semana del año y el pasado jueves un grupo de excombatientes de las FARC que sigue en el proceso de paz también tuvo que desplazarse por los choques.