La Fiscalía le imputó cargos a los hermanos, Jhon Gilvert y Duverney Barrera Bustos, por ser los presuntos responsables de seis homicidios ocurridos en los primeros cinco meses del 2020 en Algeciras, Huila. Aseguran que la Unidad Especial de Investigación obtuvo suficiente material probatorio para vincularlos a los crímenes.
“Los procesados harían parte de un grupo residual conformado por exintegrantes de la columna Teófilo Forero de las disidencias Farc al que se le atribuyen varios homicidios y desplazamientos forzados ocurridos entre enero y mayo del año en curso”, informó la Fiscalía a través de un comunicado.
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Se les vincula a los asesinatos de Jhon Fredy Álvarez Quinayá, presidente de la Asociación de Trabajadores Campesinos de Algeciras; un agricultor llamado Monroy Buitrago Rojas y Hermes García Ramírez. Además de los crímenes contra Ricardo Lee Patiño, Esder Pineda Peña y Yan Carlos Montaño Ovalle, exguerrilleros que estaban en proceso de reincorporación. También habría pruebas que los relacionan con las amenazas contra otros reincorporados, quienes se vieron forzados a abandonar sus viviendas.
Por estas razones, la Fiscalía imputó a los hermanos Barrera Bustos por homicidio agravado, amenazas, desplazamiento forzado, y fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones.
Las autoridades informaron que los dos hombres seguirán privados de la libertad, que desde junio cumplen medida de aseguramiento en el centro carcelario por otro proceso en su contra y por el que fueron imputados por el delito de concierto para delinquir.
La violencia no se detiene en el departamento del Huila. Uno de los hechos más recientes fue la masacre de tres personas en la noche del 22 de septiembre, en una zona rural de Algeciras, Huila. Meses antes también se registró el asesinato de cuatro personas en Algeciras. En el municipio hay presencia de grupos narcotraficantes que están aliados con las disidencias de Iván Márquez, Gentil Duarte o grupos sucesores del paramilitarismo. Esto ha generado el desplazamiento forzado de muchas familias.
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“La conflictividad del Huila y del Piedemonte Amazónico se explica por diversas causas estructurales y coyunturales de carácter socioeconómico, político y de seguridad, aunque su ubicación geoestratégica es también una de las razones de la presencia de diversos grupos armados ilegales y del conflicto armado”, dice El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en el informe Huila: Análisis de conflictividad del 2010.
En lo que va del año se ha registrado el asesinato de 263 personas en 66 masacres, dos de estas en Huila. Siete líderes sociales han sido asesinados en el departamento durante 2020, según el último reporte de Indepaz.