Durante la madrugada de este lunes, internos del Establecimiento Penitenciario de Alta y Mediana Seguridad Girón Santander, ubicado en la vereda Palogordo, se declararon en huelga de hambre. El comunicado, que agrupa el sentir de más de 2.000 personas, denuncia vulneraciones al derecho a la familia, a la dignidad humana y al derecho a la salud.
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Los privados de la libertad aseguran que continúa la negativa del ingreso de sus familiares y de ONG defensoras de derechos humanos y que persiste una deficiente asistencia en salud y saneamiento.
“Los motivos de esta situación están relacionados con el hecho de que todavía no hay visitas permitidas para mayores de 60 años y menores. También denunciaron los internos presuntas irregularidades en la alimentación y los trasladados a otros centros penitenciarios”, afirmó el abogado Hernando Mantilla, defensor de los derechos de los internos en Santander.
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Además de las problemáticas anteriores, los internos exigieron que se surta y se mantenga abastecido el área de expendio con artículos básicos para los presos, “ya que desde el inicio de la pandemia llegan pocos y a precios excesivos”. También denunciaron inconvenientes con la calificación de prisioneros, para lo que solicitaron ayuda del área jurídica de la penitenciaria.
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La población privada de la libertad en Palogordo pidió, además, que funcionarios de la Defensoría y la Personería hagan presencia en la cárcel para que puedan constatar la situación.