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Guillermo Morales Cárdenas, tras la derrota de la selección de Colombia ante Japón en el estadio de Mordovia Arena, en Saransk, se grabó junto a unas japonesas pidiéndoles que imitaran unas frases ofensivas en español. El video se viralizó en redes sociales generando malestar y críticas. El ingeniero pidió disculpas a través de Blu Radio.
“Fue una broma de mal gusto, no me estoy justificando, para nada. Solo quiero pedir perdón. Eso no se ve bien ante el mundo. Como amo a mi patria y a mi país, quise dar la cara a los medios. Además, estoy muy asustado porque me han insultado por el teléfono”, dijo el aficionado en conversación con Blu Radio.
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De acuerdo con lo que contó Morales, luego del hecho, envió el video a un grupo de aficionados que se encuentran en Rusia apoyando a la selección, siendo esto el detonante para que se viralizara.
“Yo no subí el video. Yo quiero contar mis hechos cómo fueron. Estábamos en el estadio, antes de entrar al partido, llegamos muy temprano y nos pusimos a tomar. Salimos borrachos y en los sentimientos encontrados ofendí a estas niñas a quienes les pido mil disculpas y al país también. Somos como 35 amigos e hicimos otros acá. Hay gente de Cali, Medellín, de Estados Unidos, hicimos un grupo de WhatsApp para vernos después del partido y yo envié ese video que no estuvo bien hecho”.
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También contó que fue a pedirles perdón personalmente a las japonesas que ofendió. “Fuimos y las buscamos para pedirles disculpas. Me fui con una traductora en medio de la borrachera porque me decían que la había embarrado”.
Morales dice que teme por su vida por la cantidad de mensajes que ha recibido gracias al video. Sin embargo, por lo mismo que lo critican como victimario, es ahora víctima de ese matoneo protagonista en las redes sociales.
Afirma que las autoridades no se han contactado con él directamente y que no hay motivo para quitarle su escarapela de la FIFA Fan que le permite ingresar a los partidos, pues el hecho ocurrió en las inmediaciones del estadio.
Debido a esto, la Cancillería, Policía y Procuraduría se han pronunciado vía Twitter descalificando lo ocurrido y abogando por el respeto a todas las personas.
Este episodio de discriminación y burla se enmarca en una situación global que se ve manifiesta con las políticas de migración de Estados Unidos durante el gobierno de Trump, abiertamente restrictivo frente a comunidades como la latina.
En el caso colombiano la discriminación tiene muchas caras. Desde la de las barreras para el acceso a los servicios estatales (que en teoría están garantizados constitucionalmente, pero que en la práctica no se cumplen), pasando por las agresiones físicas (por ejemplo frente a algunas tribus urbanas o hinchas del fútbol) hasta las que parecen inofensivas como los chistes sexistas o las bromas contra determinados grupos poblacionales.
No obstante, en el país hay un debate creciente acerca del respeto por las comunidades históricamente discriminadas como la LGBTI (en Colombia asesinaron a 440 de sus integrantes entre 2013 y 2016, según Colombia Diversa), los afrodescendientes, los indígenas o los adultos mayores, como es el caso de don José Jesús López, quien en mayo de 2018 fue víctima de discriminación al no permitírsele almorzar en un retaurante en Medellín.
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