Lluvias en Colombia: estas son las zonas críticas y las recomendaciones

Los coletazos del fenómeno de La Niña, que desde agosto de 2020 se registra en Colombia, sumados a la primera temporada de lluvias de 2021, mantienen en alerta a varias regiones del país. Según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), el fenómeno podría prolongarse otros tres meses, hasta junio de 2021. Además, los informes y las predicciones de los centros meteorológicos internacionales y de análisis propios, señalan que para marzo, abril y mayo se estiman precipitaciones superiores a los registros históricos.

La segunda temporada de lluvias de 2020 (entre septiembre y diciembre) dejó 380.939 personas damnificadas, 52 muertos, 92 heridos, 594 viviendas destruidas y más 41.800 afectados, según datos de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD). Sin contar con la devastación en el archipiélago de San Andrés tras el paso del huracán Iota, que solo en Providencia y Santa Catalina dejó damnificadas a por lo menos 5.500 personas. Desde enero, y con corte al 3 marzo, Gestión del Riesgo estima que más de 21.400 personas han resultado afectadas (4.892 familias) en 23 departamentos, en los que se han presentado 203 eventos, dentro de los que se encuentran 97 movimientos en masa. Ya han fallecido 11 personas, hay 13 heridos, 38 viviendas destruidas y 1.085 averiadas.

Esta semana, por ejemplo, una avalancha en Garzón (Huila) destruyó la vía principal que comunica a este departamento con el Cauca, afectando a más de 10.000 personas. Asimismo, 38 municipios de Antioquia están en alerta ante posibles deslizamientos de tierra; en El Retiro se presentó un derrumbe, específicamente en la carretera que comunica a Medellín con La Ceja; Cundinamarca reportó emergencias en varios de sus municipios, como Tena, Viotá y en la vía Sibaté-Fusagasugá, y en Quindío las inundaciones, crecientes súbitas y deslizamientos atemorizan a la población.

Leer: Riesgo de deslizamientos en Antioquia: 38 municipios están en alerta

De acuerdo con la directora del Ideam, Yolanda González, se mantiene el pronóstico de tiempo lluvioso en las regiones Pacífica, Andina e incluso en algunos sectores del piedemonte amazónico. Además dice que hay alerta naranja por amenaza de deslizamiento de tierra en la región Pacífica, especialmente en el occidente del Valle del Cauca, Cauca y Nariño, y en la región Andina, específicamente en Antioquia, Caldas, Risaralda, Quindío, Tolima y Huila. En cuanto a las crecientes súbitas, hay alertas en los grandes ríos de la región Pacífica: San Juan, Atrato y ríos del sur. También en las cuencas de alta pendiente y zonas de ladera de las cordilleras Oriental y Central de la región Andina. “En Cundinamarca, en la cuenca del río Sumapaz, mantenemos alerta naranja e incluso roja en algunas zonas por aumento en las precipitaciones”, afirma la directora.

Leer: “Fenómeno de la Niña podría durar otros tres meses”: directora Ideam

En entrevista con El Espectador, Eduardo José González, director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, explica cuáles son las zonas con más riesgo y las medidas que están adoptando.

¿Cuáles son las zonas más afectadas por el aumento en las lluvias?

Primero hay que tener en cuenta que la temporada climatológica en la que nos encontramos es la de menos lluvias con influencia del fenómeno de La Niña, que inició el 15 de diciembre de 2020 y va hasta el 15 de marzo. Sin embargo, como lo anunció el Ideam, entramos en la etapa de transición a la primera temporada de lluvias de 2021. Según los registros, en febrero se presentó un incremento en los volúmenes de lluvias en gran parte del país, en especial en la región Pacífica, destacándose zonas de Chocó, del occidente de Nariño y de Cauca, en donde se acumularon entre 400 y 600 milímetros en el mes.

Se destacan también volúmenes entre 200 y 300 milímetros e inclusive cercanos a los 400 milímetros (lo que equivale a lo que llueve en todo un mes, durante los meses más lluviosos en Bogotá), en amplios sectores de Caldas, Quindío, Risaralda y Cauca. De igual forma, en un sector del piedemonte de Putumayo, en límites con Caquetá y en áreas puntuales de Huila, Tolima, suroccidente de Cundinamarca, suroriente antioqueño, occidente de Santander y sur de Norte de Santander. Durante los dos primeros días de marzo las lluvias han persistido en diversos sectores de las cuencas altas y medias de los ríos Magdalena y Cauca, así como en zonas de la región Pacífica.

¿Cuáles zonas están en una condición crítica y cuáles en riesgo?

En las últimas dos semanas las lluvias en las regiones Andina y Pacífica han incrementado la amenaza de ocurrencia de eventos de origen hidrometeorológico, producto de una mayor saturación en los suelos, lo que genera propensión a la ocurrencia de movimientos en masa (deslizamientos), inundaciones, crecientes súbitas e inundaciones en terrenos agrícolas. No obstante, el riesgo está en función de la vulnerabilidad física, económica y social, por lo cual, además de las zonas en donde históricamente se han presentado este tipo de eventos, debe tenerse en cuenta la información localizada. Por otra parte, debido a esa mayor condición de humedad -especialmente en el centro, occidente y sur del país- durante el día se favorece la ocurrencia de rayos y granizadas. Las diferencias notorias de presión que se suelen presentar entre los valles y los sistemas montañosos pueden desencadenar vendavales para zonas del suroccidente del país.

¿Cuáles ríos están en alerta por posible desbordamiento y deslizamiento?

A nivel hidrológico, se presenta en este momento una alerta roja por crecientes súbitas en el río Sumapaz y sus afluentes, particularmente en Cabrera, Pandi, Melgar y Silvania (Cundinamarca), ante posibles afectaciones por desbordamientos e inundaciones; asimismo, en un sector de la cuenca del río Patía. En alerta naranja están algunas cuencas del centro y sur de Chocó, particularmente la cuenca alta y media del río Atrato y algunos sectores de la cuenca del río Baudó. También en un sector de la cuenca del río Sogamoso y del río Negro, en la cuenca alta del Cauca, en sectores del Valle, Cauca, Quindío y Risaralda, en la cuenca alta del Magdalena (río Saldaña, río Páez y cuenca baja y media del río Bogotá) y en una zona puntual del río Guayuriba, en el Meta. En cuanto a las zonas con alerta por deslizamientos, teniendo en cuenta la información del Ideam, el nivel más alto (alerta roja) se presenta en dos municipios de Cauca, uno del suroriente antioqueño y otro de Cundinamarca. Se destaca, además, la alerta naranja en 24 municipios del departamento del Cauca y 17 de Chocó. En este momento, 375 municipios del país presentan algún nivel de alerta por posibles movimientos en masa.

También le puede interesar: Fuertes lluvias causaron emergencias en municipios de Cundinamarca

¿Qué estrategias están implementando en las zonas en las que históricamente se presentan emergencias por lluvias?

Todas las entidades territoriales cuentan con Estrategias Departamentales de Respuesta. A escala nacional tenemos el Plan Nacional de Contingencia ante la primera temporada de menos lluvias 2021 con influencia del fenómeno La Niña, el cual fue aprobado en el Comité Nacional de Manejo de Desastres. El plan consta de cuatro fases: preparación para la respuesta y recuperación, y, finalmente, seguimiento y evaluación. La estrategia contempla dentro de cada fase acciones de carácter preventivo.

Tenemos 200.000 personas pertenecientes a las entidades del SNGRD con capacidad de respuesta y atención, 13 bodegas estratégicas y ocho centros logísticos humanitarios y de acopio. Entre otras cosas, contamos con 2.341 personas de las entidades formadas para diligenciar los censos de Evaluación de Daños y Análisis de Necesidades (EDAN) y el Registro Único de Damnificados (RUD). Se tienen 293 motobombas, 89 carrotanques, nueve equipos de hidrosucción vactor, 136 plantas potabilizadoras, 3 plantas desalinizadoras, 1821 tanques de almacenamiento, ocho perforadores para pozos y dos kits de calidad de agua.

¿Cuáles son las recomendaciones para quienes se encuentran en zonas de riesgo?

Periódicamente, y para cada temporada de lluvias, desde la UNGRD emitimos una circular que da los lineamientos y las recomendaciones, enfocada en las autoridades, alcaldes y gobernadores. Es importante que ellos implementen medidas para identificar las zonas de mayor riesgo para las comunidades. Es recomendable que se aceleren las obras de mitigación y destinar los recursos necesarios para ejecutar medidas como la limpieza de caños, canales y el reforzamiento de jarillones. Dentro de las recomendaciones más importantes para la comunidad se encuentra la no exposición a ríos, quebradas y zonas de ladera. Se deben identificar las zonas de mayor riesgo ante crecientes y deslizamientos. Si usted está cerca de un río o canal, debe estar atento a los cambios que este presente e informar a las autoridades, desarrollar planes comunitarios con los vecinos y saber cuál es su punto de encuentro o de protección seguro.

Frente a otros eventos de lluvias, como los vendavales o precipitaciones muy fuertes, es necesario que se aseguren techos y tejados, limpiar las canaletas que permitan que circulen siempre las aguas lluvias y así evitar inundaciones, así como no desviar ni taponar caños o desagües. Del mismo modo, tener siempre a la mano y conocer los números de los organismos de socorro y de las entidades del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo. La prevención es una tarea de todos.

Los coletazos del fenómeno de La Niña, que desde agosto de 2020 se registra en Colombia, sumados a la primera temporada de lluvias de 2021, mantienen en alerta a varias regiones del país. Según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), el fenómeno podría prolongarse otros tres meses, hasta junio de 2021. Además, los informes y las predicciones de los centros meteorológicos internacionales y de análisis propios, señalan que para marzo, abril y mayo se estiman precipitaciones superiores a los registros históricos.

La segunda temporada de lluvias de 2020 (entre septiembre y diciembre) dejó 380.939 personas damnificadas, 52 muertos, 92 heridos, 594 viviendas destruidas y más 41.800 afectados, según datos de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD). Sin contar con la devastación en el archipiélago de San Andrés tras el paso del huracán Iota, que solo en Providencia y Santa Catalina dejó damnificadas a por lo menos 5.500 personas. Desde enero, y con corte al 3 marzo, Gestión del Riesgo estima que más de 21.400 personas han resultado afectadas (4.892 familias) en 23 departamentos, en los que se han presentado 203 eventos, dentro de los que se encuentran 97 movimientos en masa. Ya han fallecido 11 personas, hay 13 heridos, 38 viviendas destruidas y 1.085 averiadas.

Esta semana, por ejemplo, una avalancha en Garzón (Huila) destruyó la vía principal que comunica a este departamento con el Cauca, afectando a más de 10.000 personas. Asimismo, 38 municipios de Antioquia están en alerta ante posibles deslizamientos de tierra; en El Retiro se presentó un derrumbe, específicamente en la carretera que comunica a Medellín con La Ceja; Cundinamarca reportó emergencias en varios de sus municipios, como Tena, Viotá y en la vía Sibaté-Fusagasugá, y en Quindío las inundaciones, crecientes súbitas y deslizamientos atemorizan a la población.

Leer: Riesgo de deslizamientos en Antioquia: 38 municipios están en alerta

De acuerdo con la directora del Ideam, Yolanda González, se mantiene el pronóstico de tiempo lluvioso en las regiones Pacífica, Andina e incluso en algunos sectores del piedemonte amazónico. Además dice que hay alerta naranja por amenaza de deslizamiento de tierra en la región Pacífica, especialmente en el occidente del Valle del Cauca, Cauca y Nariño, y en la región Andina, específicamente en Antioquia, Caldas, Risaralda, Quindío, Tolima y Huila. En cuanto a las crecientes súbitas, hay alertas en los grandes ríos de la región Pacífica: San Juan, Atrato y ríos del sur. También en las cuencas de alta pendiente y zonas de ladera de las cordilleras Oriental y Central de la región Andina. “En Cundinamarca, en la cuenca del río Sumapaz, mantenemos alerta naranja e incluso roja en algunas zonas por aumento en las precipitaciones”, afirma la directora.

Leer: “Fenómeno de la Niña podría durar otros tres meses”: directora Ideam

En entrevista con El Espectador, Eduardo José González, director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, explica cuáles son las zonas con más riesgo y las medidas que están adoptando.

¿Cuáles son las zonas más afectadas por el aumento en las lluvias?

Primero hay que tener en cuenta que la temporada climatológica en la que nos encontramos es la de menos lluvias con influencia del fenómeno de La Niña, que inició el 15 de diciembre de 2020 y va hasta el 15 de marzo. Sin embargo, como lo anunció el Ideam, entramos en la etapa de transición a la primera temporada de lluvias de 2021. Según los registros, en febrero se presentó un incremento en los volúmenes de lluvias en gran parte del país, en especial en la región Pacífica, destacándose zonas de Chocó, del occidente de Nariño y de Cauca, en donde se acumularon entre 400 y 600 milímetros en el mes.

Se destacan también volúmenes entre 200 y 300 milímetros e inclusive cercanos a los 400 milímetros (lo que equivale a lo que llueve en todo un mes, durante los meses más lluviosos en Bogotá), en amplios sectores de Caldas, Quindío, Risaralda y Cauca. De igual forma, en un sector del piedemonte de Putumayo, en límites con Caquetá y en áreas puntuales de Huila, Tolima, suroccidente de Cundinamarca, suroriente antioqueño, occidente de Santander y sur de Norte de Santander. Durante los dos primeros días de marzo las lluvias han persistido en diversos sectores de las cuencas altas y medias de los ríos Magdalena y Cauca, así como en zonas de la región Pacífica.

¿Cuáles zonas están en una condición crítica y cuáles en riesgo?

En las últimas dos semanas las lluvias en las regiones Andina y Pacífica han incrementado la amenaza de ocurrencia de eventos de origen hidrometeorológico, producto de una mayor saturación en los suelos, lo que genera propensión a la ocurrencia de movimientos en masa (deslizamientos), inundaciones, crecientes súbitas e inundaciones en terrenos agrícolas. No obstante, el riesgo está en función de la vulnerabilidad física, económica y social, por lo cual, además de las zonas en donde históricamente se han presentado este tipo de eventos, debe tenerse en cuenta la información localizada. Por otra parte, debido a esa mayor condición de humedad -especialmente en el centro, occidente y sur del país- durante el día se favorece la ocurrencia de rayos y granizadas. Las diferencias notorias de presión que se suelen presentar entre los valles y los sistemas montañosos pueden desencadenar vendavales para zonas del suroccidente del país.

¿Cuáles ríos están en alerta por posible desbordamiento y deslizamiento?

A nivel hidrológico, se presenta en este momento una alerta roja por crecientes súbitas en el río Sumapaz y sus afluentes, particularmente en Cabrera, Pandi, Melgar y Silvania (Cundinamarca), ante posibles afectaciones por desbordamientos e inundaciones; asimismo, en un sector de la cuenca del río Patía. En alerta naranja están algunas cuencas del centro y sur de Chocó, particularmente la cuenca alta y media del río Atrato y algunos sectores de la cuenca del río Baudó. También en un sector de la cuenca del río Sogamoso y del río Negro, en la cuenca alta del Cauca, en sectores del Valle, Cauca, Quindío y Risaralda, en la cuenca alta del Magdalena (río Saldaña, río Páez y cuenca baja y media del río Bogotá) y en una zona puntual del río Guayuriba, en el Meta. En cuanto a las zonas con alerta por deslizamientos, teniendo en cuenta la información del Ideam, el nivel más alto (alerta roja) se presenta en dos municipios de Cauca, uno del suroriente antioqueño y otro de Cundinamarca. Se destaca, además, la alerta naranja en 24 municipios del departamento del Cauca y 17 de Chocó. En este momento, 375 municipios del país presentan algún nivel de alerta por posibles movimientos en masa.

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¿Qué estrategias están implementando en las zonas en las que históricamente se presentan emergencias por lluvias?

Todas las entidades territoriales cuentan con Estrategias Departamentales de Respuesta. A escala nacional tenemos el Plan Nacional de Contingencia ante la primera temporada de menos lluvias 2021 con influencia del fenómeno La Niña, el cual fue aprobado en el Comité Nacional de Manejo de Desastres. El plan consta de cuatro fases: preparación para la respuesta y recuperación, y, finalmente, seguimiento y evaluación. La estrategia contempla dentro de cada fase acciones de carácter preventivo.

Tenemos 200.000 personas pertenecientes a las entidades del SNGRD con capacidad de respuesta y atención, 13 bodegas estratégicas y ocho centros logísticos humanitarios y de acopio. Entre otras cosas, contamos con 2.341 personas de las entidades formadas para diligenciar los censos de Evaluación de Daños y Análisis de Necesidades (EDAN) y el Registro Único de Damnificados (RUD). Se tienen 293 motobombas, 89 carrotanques, nueve equipos de hidrosucción vactor, 136 plantas potabilizadoras, 3 plantas desalinizadoras, 1821 tanques de almacenamiento, ocho perforadores para pozos y dos kits de calidad de agua.

¿Cuáles son las recomendaciones para quienes se encuentran en zonas de riesgo?

Periódicamente, y para cada temporada de lluvias, desde la UNGRD emitimos una circular que da los lineamientos y las recomendaciones, enfocada en las autoridades, alcaldes y gobernadores. Es importante que ellos implementen medidas para identificar las zonas de mayor riesgo para las comunidades. Es recomendable que se aceleren las obras de mitigación y destinar los recursos necesarios para ejecutar medidas como la limpieza de caños, canales y el reforzamiento de jarillones. Dentro de las recomendaciones más importantes para la comunidad se encuentra la no exposición a ríos, quebradas y zonas de ladera. Se deben identificar las zonas de mayor riesgo ante crecientes y deslizamientos. Si usted está cerca de un río o canal, debe estar atento a los cambios que este presente e informar a las autoridades, desarrollar planes comunitarios con los vecinos y saber cuál es su punto de encuentro o de protección seguro.

Frente a otros eventos de lluvias, como los vendavales o precipitaciones muy fuertes, es necesario que se aseguren techos y tejados, limpiar las canaletas que permitan que circulen siempre las aguas lluvias y así evitar inundaciones, así como no desviar ni taponar caños o desagües. Del mismo modo, tener siempre a la mano y conocer los números de los organismos de socorro y de las entidades del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo. La prevención es una tarea de todos.