Más de 8.000 personas están en riesgo en Coloto (Cauca) por presencia de grupos armados

La Defensoría del Pueblo alertó sobre el riesgo de vulneración de derechos humanos e infracciones al Derechos Internacional Humanitario en la que se encuentran 8.707 personas, en la zona rural del municipio de Caloto, Cauca, especialmente quienes están ubicados en los sectores de El Palo, El Vergel, El Pedregal, La Cuchilla, El Placer, Venadillo y las comunidades indígenas Nasa que habitan los Resguardos indígenas de Huellas, López Adentro y Toez.

Con la Alerta Temprana de inminencia 007-21, la Defensoría “recomienda la adopción de medidas urgentes que garanticen la prevención de violaciones a los derechos a la vida, libertad, integridad, seguridad y libertades civiles y políticas de la población”.

En el territorio se ha recrudecido la violencia tras la consolidación de la columna móvil Dagoberto Ramos, de las disidencias de las Farc. Este grupo armado ilegal estaría usando indiscriminadamente artefactos explosivos improvisados para responder a los operativos del Ejército. Asimismo, la Defensoría destaca que, en el marco de los enfrentamientos, se ha evidenciado la ubicación de miembros de las disidencias de las Farc y del Ejército cerca de las viviendas y centros poblados. “Lo que representaría un desconocimiento del principio de precaución en el desarrollo de las hostilidades, con alta probabilidad de afectación a la población civil y sus bienes, la ocurrencia de desplazamientos forzados, restricciones a la movilidad, confinamientos, señalamientos y estigmatización”, señaló el organismo.

De hecho, entre el 28 de febrero y el primero de marzo de 2021 en la zona de Venadillo y El Porvenir, se presentó un hecho de este tipo en el que resultaron afectadas las comunidades campesinas e indígenas. Por lo menos 54 personas tuvieron que desplazarse, incluidos adultos mayores, niños, niñas y adolescentes.

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La Defensoría también evidenció casos de secuestro - en 2021 han registrado cuatro casos y hay otros tres sin reporte - que no solo se presenta contra la población de la zona rural, sino también contra personas externas como contratistas. El último acto de secuestro, del que se presume tiene responsabilidad directa la columna móvil Dagoberto Ramos, se presentó el 26 de febrero de 2021 cuando dos personas fueron sacadas de la comunidad del Guabito. Todavía no hay información al respecto.

Otra de las preocupaciones es el riesgo que enfrentan los servidores públicos locales, pues “no cuentan con garantías mínimas de protección para desarrollar sus actividades”. A todo lo anterior, el organismo advirtió que se suma el presunto interés de ingreso a la zona de la disidencia de las Farc que se autodenomina “Segunda Marquetalia”, pues han distribuido panfletos alusivos a su posible ingreso. Su llegada estaría favorecida por las rupturas internas en la columna móvil Dagoberto Ramos.

Ante la situación de violencia, la Defensoría le solicitó al Ministerio de Defensa, al Ejército, a la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas, al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), la Alcaldía municipal, la Unidad de Protección y al Ministerio Público tomar cartas en el asunto y activar las rutas necesarias.

Respecto a la situación del municipio, ya se había emitido una Alerta Temprana en 2018 (067-18) en la que se alertó el fortalecimiento del Clan del Golfo y del Eln, así como la disputa territorial entre estos, las disidencias de las Farc y el Epl. En el informe de seguimiento del 1 de noviembre de 2019 se amplió el escenario a los municipios de Toribío y Jambaló, señalando los intereses económicos de los grupos armados en la zona y su deseo de control sobre la población civil, en la que se incluyen pueblos indígenas, afrodescendientes y comunidades campesinas.

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Toribío, al norte del Cauca, colinda con Caloto. En este municipio también se han reportado enfrentamientos de grupos armados que dejan en medio a la población civil. Este 18 de marzo un grupo de niños quedó en medio de las ráfagas se fusil lanzadas por las disidencias de las Farc desde las montañas hacía la estación de Policía. En imágenes se registró como los niños se ubicaron en el suelo para evitar las balas.

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La Defensoría del Pueblo alertó sobre el riesgo de vulneración de derechos humanos e infracciones al Derechos Internacional Humanitario en la que se encuentran 8.707 personas, en la zona rural del municipio de Caloto, Cauca, especialmente quienes están ubicados en los sectores de El Palo, El Vergel, El Pedregal, La Cuchilla, El Placer, Venadillo y las comunidades indígenas Nasa que habitan los Resguardos indígenas de Huellas, López Adentro y Toez.

Con la Alerta Temprana de inminencia 007-21, la Defensoría “recomienda la adopción de medidas urgentes que garanticen la prevención de violaciones a los derechos a la vida, libertad, integridad, seguridad y libertades civiles y políticas de la población”.

En el territorio se ha recrudecido la violencia tras la consolidación de la columna móvil Dagoberto Ramos, de las disidencias de las Farc. Este grupo armado ilegal estaría usando indiscriminadamente artefactos explosivos improvisados para responder a los operativos del Ejército. Asimismo, la Defensoría destaca que, en el marco de los enfrentamientos, se ha evidenciado la ubicación de miembros de las disidencias de las Farc y del Ejército cerca de las viviendas y centros poblados. “Lo que representaría un desconocimiento del principio de precaución en el desarrollo de las hostilidades, con alta probabilidad de afectación a la población civil y sus bienes, la ocurrencia de desplazamientos forzados, restricciones a la movilidad, confinamientos, señalamientos y estigmatización”, señaló el organismo.

De hecho, entre el 28 de febrero y el primero de marzo de 2021 en la zona de Venadillo y El Porvenir, se presentó un hecho de este tipo en el que resultaron afectadas las comunidades campesinas e indígenas. Por lo menos 54 personas tuvieron que desplazarse, incluidos adultos mayores, niños, niñas y adolescentes.

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La Defensoría también evidenció casos de secuestro - en 2021 han registrado cuatro casos y hay otros tres sin reporte - que no solo se presenta contra la población de la zona rural, sino también contra personas externas como contratistas. El último acto de secuestro, del que se presume tiene responsabilidad directa la columna móvil Dagoberto Ramos, se presentó el 26 de febrero de 2021 cuando dos personas fueron sacadas de la comunidad del Guabito. Todavía no hay información al respecto.

Otra de las preocupaciones es el riesgo que enfrentan los servidores públicos locales, pues “no cuentan con garantías mínimas de protección para desarrollar sus actividades”. A todo lo anterior, el organismo advirtió que se suma el presunto interés de ingreso a la zona de la disidencia de las Farc que se autodenomina “Segunda Marquetalia”, pues han distribuido panfletos alusivos a su posible ingreso. Su llegada estaría favorecida por las rupturas internas en la columna móvil Dagoberto Ramos.

Ante la situación de violencia, la Defensoría le solicitó al Ministerio de Defensa, al Ejército, a la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas, al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), la Alcaldía municipal, la Unidad de Protección y al Ministerio Público tomar cartas en el asunto y activar las rutas necesarias.

Respecto a la situación del municipio, ya se había emitido una Alerta Temprana en 2018 (067-18) en la que se alertó el fortalecimiento del Clan del Golfo y del Eln, así como la disputa territorial entre estos, las disidencias de las Farc y el Epl. En el informe de seguimiento del 1 de noviembre de 2019 se amplió el escenario a los municipios de Toribío y Jambaló, señalando los intereses económicos de los grupos armados en la zona y su deseo de control sobre la población civil, en la que se incluyen pueblos indígenas, afrodescendientes y comunidades campesinas.

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Toribío, al norte del Cauca, colinda con Caloto. En este municipio también se han reportado enfrentamientos de grupos armados que dejan en medio a la población civil. Este 18 de marzo un grupo de niños quedó en medio de las ráfagas se fusil lanzadas por las disidencias de las Farc desde las montañas hacía la estación de Policía. En imágenes se registró como los niños se ubicaron en el suelo para evitar las balas.

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