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El turismo en Playa Blanca se disparó desde el 2014, tras la inauguración del puente que conecta a Cartagena con Barú. Este factor trajo problemas ambientales, sociales y jurídicos al balneario, lugar que ha llegado a recibir hasta 15.000 visitas en un mismo día. Por esta razón, el ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible anunció una resolución con el fin de regular la capacidad de carga en el territorio. (Lea: Turismo sin límites en Playa Blanca)
De acuerdo con el viceministro de esta cartera, Carlos Alberto Botero López, las autoridades están “trabajando en una Resolución para limitar la capacidad de carga de Playa Blanca que son 3.200 personas diarias”. Convocando, además, a las autoridades para dar cumplimiento al Decreto 0885 de 2016. Una decisión que prohibió el ingreso de alimentos y restringió el uso de la playa de las 6 de la tarde a las 6 de la mañana para los turístas que llegan vía terrestre al lugar.
Asimismo, la comunidad afrodescendiente de Barú cuenta con un fallo constitucional de hace dos años, en el que se ordenó que los nativos no pueden ser desligados de su tierra, ni que las actividades comerciales sean de otros individuos ajenos al balneario. En otras palabras, aquellos que no pertenezcan al Consejo Comunitario de Playa Blanca.
De hecho, entre las medidas de recuperación de la isla está la Estrategia Integral para Recuperación de Playa Blanca. A través del plan, se adelanta un proceso de restitución de las propiedades de la isla, para que vuelvan a los nativos. Además, el control y la vigilancia se intensificarán en la región para evitar las construcciones legales como la que el Distrito demolió el pasado lunes, 27 de marzo.