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Digamos que soy víctima de violencia intrafamiliar ¿dónde puedo denunciar las agresiones de mi pareja? ¿cómo puedo conseguir medidas de protección para mí? ¿qué tipo de abstenciones podría recibir mi agresor? ¿quién supervisará que él cumpla tales restricciones? Si tengo hijos, ¿cómo podré cuidarlos mientras procede mi denuncia? Y si, además, he sido abusada sexualmente… ¿qué debo hacer? (Lea: A Claudia nunca le prestaron atención, ni antes ni después del crimen: familia)
De acuerdo con Medicina Legal, en los 100 primeros días de este 2017 se han registrado 204 feminicidios en el país, más el asesinato de Claudia Johanna Rodríguez, ocurrido el lunes al anochecer en el centro comercial Santafé, en el norte de Bogotá. Ante dicha problemática, El Espectador habló con Ingrid Nathaly León, asesora de la Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer (CPEM), quien describrió la Ruta de Atención para Mujeres desde el papel de una víctima de violencia de género. (Vea: Violencia de género, casos de mayor recordación en Colombia)
Si soy víctima de violencia sexual el primer paso será asistir a una IPS (centros médicos, clínicas, hospitales, etc.) La salud es la prioridad en cuanto al impacto emocional, físico y mental. Incluso, de estar en embarazo, este será el momento para decidir acerca de la interrupción voluntaria de éste o su continuación.
¿Qué hago si no he sufrido un abuso sexual, pero soy víctima de violencia al interior de mi familia, por parte de mi pareja? En este caso, la instrucción es acercarse a una comisaría de familia. Allí, tras mi declaración, el personal valorará el riesgo en el que me encuentro sometida. Y, con base a éste, deberán ofrecerme una medida provisional de protección en el transcurso de las próximas 4 horas. Ya sea una medida correctiva por conflicto familiar o una disposición policiva a causa de violencia intrafamiliar.
Entre las órdenes, podrán decretar el desalojo del agresor debido a la amenazar que constituye su presencia junto a mí. Asimismo, los funcionarios están en la capacidad de ordenarle a abstenerse de entrar en cualquier lugar donde yo, como víctima, me encuentre. De hecho, si tenemos hijos, él tendrá prohibido esconder o trasladar a los niños, niñas o personas discapacitadas de mi grupo familiar. Así como se le suspenderá la tenencia, porte y uso de armas para que no atente en mi contra, entre otras medidas del artículo 17, en la ley sobre no violencias contra las mujeres.
Luego, tendrán que remitirme al sector de salud, a fin de una revisión de mi bienestar psicológico, físico y emocional. Pasarán diez días hábiles para que la comisaría me brinde una medida de protección definitiva, mediante acto administrativo. Es decir, un proceso donde se presentan pruebas y un juez falla.
Sobre éste plan de seguridad, la Policía tendrá que reportar cada tanto cómo se le está haciendo seguimiento, a través de un informe. Dependiendo del resultado, si mi agresor llegase a incumplir, tendrá que pagar una multa y si volviese hacerlo, será arrestado.
Ahora bien, si el que me ha violentado es mi pareja o mi expareja, pero compartimos hijos, la comisaria será el lugar dispuesto para mi caso. Sin embargo, si soy víctima de agresiones por parte de mi novio, vecino, o algún desconocido, la Fiscalía será el ente que reciba mi denuncia.
Finalmente, si la situación no me deja otra salida que denunciar desde casa, podré consultar en la línea 155 de orientación para mujeres víctimas de violencia. Una opción gratuita que funciona las 24 horas, todos los días de la semana. Una guía permanente, atendida por funcionarios de la Policía Nacional, sobre cómo denunciar y qué hacer en mi caso.